Encontrar trabajo después de los 40 años se convirtió en un desafío creciente en el mercado laboral actual. Un fenómeno conocido como “limbo laboral” afecta a profesionales que son considerados “demasiado grandes” para nuevas contrataciones, pero “demasiado jóvenes” para pensar en el retiro.
El impacto del “edadismo” laboral
Especialistas señalan que el “edadismo”, o la discriminación por edad, es uno de los principales obstáculos. Muchas empresas priorizan perfiles más jóvenes, asumiendo erróneamente que los candidatos senior tienen menor adaptabilidad digital o mayores pretensiones salariales.
Esta situación genera frustración en perfiles con amplia experiencia, quienes quedan fuera de las búsquedas activas a pesar de estar en plena capacidad productiva.
La reconversión como única salida
El contexto obliga a muchos profesionales a una “reinvención” forzada. La actualización constante de habilidades (upskilling) y la adaptación a nuevas tecnologías se vuelven cruciales para mantenerse competitivos en un entorno cambiante.
Sin embargo, los expertos advierten que la responsabilidad no es solo individual. Se requiere un cambio cultural en las áreas de Recursos Humanos para valorar la experiencia y el rigor que estos perfiles pueden aportar.

