El llamado de un particular al Servicio 911 activó la llegada de personal del Comando Radioeléctrico de Santo Tomé a la zona oeste de calle san Martin, en pleno barrio Los hornos, en un sector en que existen las llamadas “cavas” en que habitante de esa zona vulnerable de la ciudad se dedica a separar la basura para obtener un benficio economico.
A pocos metros del cruce de calle San Martin con la Autopista, un vecino alertó que {el y su hijo habían encontrado una granada dentro de un chaleco policial lo que activó un inmediato operativo policial y la intervención de la Brigada de Explosivos. El insólito episodio ocurrió el domingo 23 de febrero alrededor de las 19.00. Según relató el vecino, ambos se encontraban juntando materiales cuando el adolescente recogió una caja. Minutos después, en el camino de regreso a su hogar, encontró un chaleco policial tirado a unos 100 metros de la cava. Al revisarlo, se llevó una gran sorpresa: dentro del mismo había un artefacto explosivo.
La Brigada de Explosivos realizó una inspección bajo estrictas medidas de seguridad. Tras una evaluación, determinó que el objeto era una granada FMK 2 modelo 0, en avanzado estado de oxidación. Su palanca de desarme aún estaba retenida, aunque la anilla de seguridad había sido cortada en ambos extremos, lo que aumentaba el riesgo de manipulación. Debido a la corrosión, no se pudo determinar si el artefacto aún tenía capacidad explosiva.
Para evitar cualquier peligro, los especialistas aseguraron la granada con cinta adhesiva y la trasladaron en una tolva especial hasta la sede de la Brigada de Explosivos, donde quedó bajo resguardo para su posterior análisis.
El hallazgo del artefacto y del chaleco policial en un sitio tan inusual despertó interrogantes sobre su origen. Las autoridades investigan el caso para determinar si el explosivo fue descartado intencionalmente y qué vínculo podría tener con el chaleco encontrado en el mismo lugar. Mientras tanto, el rápido accionar del vecino evitó un posible incidente de graves consecuencias.