El escrutinio definitivo de las elecciones legislativas confirmó un fenómeno que se repitió en las ocho provincias que renovaron bancas en el Senado: el voto en blanco tuvo un fuerte impacto en la categoría de diputados, con diferencias que en algunos casos triplicaron los registros obtenidos para senadores.
En Chaco y Salta, el voto en blanco superó el 10% del total de los sufragios emitidos, y en otros distritos como Entre Ríos, Neuquén y Santiago del Estero, la diferencia también fue significativa.
Según explicó a Infobae el ex director nacional electoral y actual funcionario de Chubut, Alejandro Tulio, la causa principal estaría vinculada al uso de la Boleta Única de Papel (BUP). “Era previsible. En las provincias donde se aplica este sistema ya se observaban diferencias similares. Faltó capacitación para que la sociedad comprendiera correctamente el proceso de votación”, advirtió.
Tulio señaló que el diseño de la boleta ubicaba la categoría Senado en la parte superior y Diputados en la inferior. En muchos casos, los votantes marcaban solo la primera opción y omitían la segunda, lo que se computó como voto en blanco. “No se trata de un error del diseño, sino de un comportamiento del elector”, explicó el especialista.
Las cifras provincia por provincia
El relevamiento de la Cámara Nacional Electoral muestra que la tendencia fue uniforme en todo el país:
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Ciudad de Buenos Aires: sobre 1.756.902 votos, hubo 35.931 en blanco para senadores y 82.076 para diputados, más del doble.
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Entre Ríos: el voto en blanco para senadores fue de 27.826 y para diputados de 85.251, más del triple.
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Chaco: 14.580 en blanco para senadores y 68.353 para diputados, más de cuatro veces la diferencia.
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Salta: 29.815 votos en blanco para senadores y 82.812 para diputados, más del 11% del total.
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Neuquén: 16.038 votos en blanco para senadores y 42.021 para diputados.
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Tierra del Fuego: 2.807 para senadores y 7.648 para diputados, también más del triple.
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Santiago del Estero: 10.475 para senadores y 33.390 para diputados.
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Río Negro: 10.305 para senadores y 32.858 para diputados.
Pese a este comportamiento, la implementación de la Boleta Única de Papel fue considerada un debut exitoso por la Cámara Nacional Electoral y distintos sectores políticos, que destacaron la transparencia del proceso, la agilidad del escrutinio —que permitió contabilizar el 90% de las mesas antes de las 21— y la reducción del impacto de las estructuras partidarias sobre el voto ciudadano.
Sin embargo, los expertos coinciden en que el elevado número de votos en blanco evidencia la necesidad de profundizar las campañas de capacitación y educación cívica, para evitar que errores involuntarios alteren el resultado de futuras elecciones.
