Desde hace muchas décadas la medicina sabe que un pico súbito de estrés emocional, por ejemplo el causado por una gran pena o shock emocional, puede desatar cardiopatías y hasta terminar en un infarto mortal. Lo que no es muy conocido es que la situación inversa, un contexto de alegría, celebraciones y reencuentros, como ocurre a fin de cada año, también puede generar un estrés similar, con consecuencias fatales.
Así lo prueba un trabajo publicado recientemente por la revista científica British Medical Journal, en el cual un grupo de médicos suecos observó que, durante la fiestas de Navidad y año nuevo, el riesgo de sufrir un infarto se elevaba en forma significativa. A esa situación la cardiología la denomina, informalmente, Holiday Heart Syndrome o “Síndrome del corazón festivo”.
Sofía Di Mattia, médica cardióloga y miembro de la Asociación de Cardiología de Santa Fe, explicó por Veo Noticias: "es algo que realmente se ve en la práctica clínica, que es el aumento de complicaciones cardiovasculares que se dan entre las fiestas. Lo más frecuente es la aparición de arritmias como la fibrilación auricular, pero puede llegar hasta muerte súbita cardíaca por arritmias ventriculares. También puede derivar en una enfermedad coronaria, como infarto agudo de miocardio, anginas de pecho, accidentes cerebrovascular. Y todo eso está relacionado sobre todo por el consumo excesivo de alcohol que se dan mayormente en las fiestas. Pero además de todo eso, también hay un consumo excesivo de alimentos, de sodio, de sal, que para pacientes que tienen enfermedades cardiovasculares previas, puede favorecer a la aparición de descompensación, de insuficiencia cardíaca y también de infarto.
"También hay un aumento de estrés entre las fiestas, esto es inevitable, hay un montón de cosas por hacer, un cierre de año y demás, y eso influye en las personas. Todo lo que sea estrés, consumo excesivo de alcohol, consumo excesivo de sodio, está todo relacionado con lo mismo, que es con inflamación. Esto aumenta las cifras de presión arterial, produce disfunción total. Si tenemos antecedentes cardiovasculares o bastantes factores de riesgo, si ya tuvimos un infarto, estamos en un seguimiento, hay que hacer una consulta con el cardiólogo para ver que esté todo en orden, ajustar la medicación si es necesario y después también tomárselo con calma. No es el fin del mundo las fiestas, no es que tenemos que tomar hasta el final, comer todo lo que haya. Hay que disfrutar en familia, ser moderado en el consumo de alimentos y tratar de pasarla bien", agregó la profesional.