Los casos pediátricos de covid-19 están aumentando en EE.UU., lo que ha llevado a hospitales y trabajadores de salud a un "punto crítico".
Según el medio estadounidense, la variante delta "ha marcado el comienzo de un nuevo capítulo de la pandemia", con los hospitales infantiles luchando por primera vez por tratar una cantidad de pacientes jóvenes que desarrollan casos graves de la nueva enfermedad.
El pasado 6 de agosto, John Bel Edwards, gobernador de Luisiana, informó que más de 3.000 niños habían sido diagnosticados con la nueva enfermedad en el estado en solo cuatro días. Esa misma semana, aproximadamente una cuarta parte de los menores a los que se hizo un test de covid-19 por el sistema de salud estatal dio positivo.
Unos días después, el 14 de agosto, se registró una cifra récord de más de 1.900 niños hospitalizados en un solo día en todo el país norteamericano, concentrándose la mayor cantidad de ingresos en aquellos estados con baja cobertura de vacunas, como Florida, Alabama y Texas.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria han fallecido alrededor de 400 niños en EE.UU. a causa de la enfermedad y califica la actual situación de "escenario sombrío especialmente desconcertante".
Si bien solo cerca del 2 % de los niños que contraen covid-19 terminan hospitalizados, el aumento de casos entre ese sector de la población "tiene graves implicaciones para las redes de atención médica", debido a la escasez de centros pediátricos en algunos estados. "Un pequeño aumento de coronavirus podría llevarlos más allá de sus límites", sostiene.
Según Michael Blancaneaux, médico de medicina de emergencia del Hospital Pediátrico de Nueva Orleans, las decisiones de los adultos no vacunados están poniendo en peligro las vidas de niños que, aunque quisieran, no podrían inocularse.
Una encuesta de la Kaiser Family Foundation refleja que solo el 26 % de los padres con niños de entre 5 y 11 años, así como el 20 % con niños menores de 5 años, dijeron que vacunarían a sus hijos de inmediato. Sin embargo, se cree que las vacunas para los estadounidenses más jóvenes podrían no estar disponibles hasta finales de año.
Fuente: Time