Joe Biden decidió proteger a Israel de un posible ataque aéreo de Irán, pese a las amenazas que el regimen de los ayatollahs transmitió a la Casa Blanca a través de la embajada de Suiza en Teherán, que oficia como nexo diplomático entre ambos países.
La decisión política del presidente de los Estados Unidos no condiciona los objetivos que Benjamín Netanyahu pretende destruir en Irán, sino que es una respuesta anticipada a una probable réplica de Teherán frente a los blancos que ya ha fijado el gobierno israelí.
Netanyahu no descarta atacar el sistema nuclear y las refinerías petroleras iraníes, aunque el Biden ya exhibido su cuestionamiento público a esas decisiones que el premier de Israel asumió junto a su Gabinete de Seguridad.
Cuando Irán atacó a Israel en abril, Estados Unidos junto a Francia y una coalición de países árabes -Jordania, Qatar, Arabia Saudita, Bahrein y Emiratos- desplegaron un sistema de defensa que anuló los misiles cruceros y drones que fueron lanzados por el regimen fundamentalista.
Ahora, ante la inminencia de un ataque israelí sobre blancos iraníes y la probable respuesta de Teherán, ese sistema de defensa multilateral no se podrá activar. Irán amenazó con incendiar Medio Oriente, si hay colaboración de estados árabes al esfuerzo militar de Israel.
En este contexto, Biden dispuso enviar a Israel una batería Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) y 100 soldados que operan este sofisticado dispositivo bélico. Desde la Guerra del Golfo, hace ya 31 años, que el Pentágono no aportaba un sistema de defensa para proteger territorio israelí de un ataque con cohetes.
-¿Por que decidió desplegar la batería de defensa?-, le preguntaron a Biden antes de subir al avión presidencial.
-Para defender a Israel-, contestó antes de subir al Air Force One que lo llevaba a Florida.
La decisión política de enviar la batería THAAD, y su inmediata comunicación para ratificar en público que Estados Unidos siempre defenderá a Israel, provocó la inmediata reacción del regimen de los ayatollahs, que ya golpea territorio israelí con Hezbollah, Hamas y los Hutíes.
“Estados Unidos ha estado enviando una cifra récord de armas a Israel. Ahora está poniendo la vida de sus tropas en peligro al desplegarlas para que manejen un sistema de misiles estadounidense en Israel”, señaló el canciller iraní Abbas Araqchí en su cuenta oficial de X.
Y completó: “Hemos realizado un esfuerzo tremendo en los últimos días para contener una guerra abierta en nuestra región, pero digo claramente que no tenemos líneas rojas a la hora de defender a nuestro pueblo y sus intereses”, agregó. La amenaza del canciller Araqchí tiene a Estados Unidos preparado.
El Pentágono desplegó 40.000 soldados en Medio Oriente y un poderío militar que abruma por su composición: los portaviones Abraham Lincoln y Harry S. Truman (Golfo de Oman); escuadrones de cazas y helicópteros y destructores misilísticos (mar Rojo); buques de asalto anfibios (Mediterráneo), y aviones de combate (F22 y F16), de movilidad aérea, de inteligencia y mando y control, entre otras unidades ubicadas en la conflictiva región.
El sistema de defensa desplegado por Estados Unidos sirve para proteger a sus bases militares, y además custodiar el territorio israelí que está bajo constante fuego enemigo. Desde El Líbano, Hezbollah ataca con misiles y drones, mientras que los Hutíes lanzan cohetes desde Yemen.
Anoche dos drones lanzados por Hezbollah entraron en el espacio aéreo israelí desde el mar, causando 4 muertos y mas de 50 heridos en la base militar de Benyamina. Los drones eran suicidas, se conocen como Ababil-T y tienen una autonomía 120 kilómetros. Uno fue detectado y anulado en Haifa, pero el otro hizo un recorrido bajo, esquivó el radar y finalmente ejecutó su faena.
La batería de defensa THAAD llegará a Israel en siete días. Y la incognita es si Netanyahu aguardará ese tiempo para fortalecer su sistema defensa, o por el contrario, atacará al regimen iraní durante esta semana.
Fuente: Infobae
