Un equipo de docentes e investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH-UNL), con colaboración de instituciones académicas de Madrid, presentó un estudio que expone la profundidad de la crisis del transporte público por colectivos en la ciudad de Santa Fe. El análisis relevó datos de validaciones de la tarjeta SUBE entre 2019 y 2024 y permitió observar cambios estructurales en la movilidad urbana, la distribución territorial de las paradas y el comportamiento de los pasajeros en un contexto marcado por la pandemia, la pérdida de subsidios y los fuertes aumentos tarifarios.
El proyecto, dirigido por la investigadora Andrea Bosisio, se titula “Análisis de cambios en el flujo de la movilidad urbana postpandemia mediante Smart Car en la ciudad de Santa Fe”. Uno de sus hallazgos más significativos apunta a la accesibilidad territorial: si bien el 85% de la población del área urbana tiene una parada de colectivo a menos de 300 metros —una distancia equivalente a 5 minutos de caminata—, más de 55.000 personas quedan fuera de ese radio. Y el dato más preocupante aparece al cruzar esta variable con el índice de vulnerabilidad: el 75% de quienes no cuentan con una parada cercana pertenecen a los sectores de menores ingresos. Es decir, los barrios más vulnerables son también los que menos acceso tienen al transporte público.
El estudio también confirma una caída contundente en la cantidad de viajes. Mientras en 2019 se registraron más de siete millones de validaciones en los meses analizados, en 2022 y 2023 ese número descendió a poco más de cinco millones. Los horarios pico se mantienen estables, pero cambió la composición de los tipos de tarifa: la tarifa plana, que antes de la pandemia era la más usada, cayó al tercer puesto, superada por el Boleto Educativo y la tarifa con Atributo Social Federal, que incluye un descuento del 55%.
La presentación incluyó datos preliminares de 2024, año atravesado por la suspensión de subsidios nacionales y cuatro aumentos tarifarios que acumularon más del 350%. En ese escenario, los investigadores detectaron que el único segmento de pasajeros que creció fue el del Boleto Educativo, al punto de convertirse —según el estudio— en “lo que está manteniendo el sistema de transporte”.
El equipo de la FICH-UNL continúa actualizando la base de datos con registros de 2024 y 2025 y ya trabaja en una nueva etapa que ampliará el análisis hacia la movilidad y accesibilidad en el Gran Santa Fe y Paraná.
La investigación forma parte de los proyectos CAI+D Orientados a Problemas Sociales y Productivos, una línea de financiamiento de la Universidad Nacional del Litoral que promueve la generación de conocimiento aplicado y la articulación entre instituciones académicas y actores comunitarios para abordar desafíos concretos del territorio.

