Funcionarios del Ministerio de Transporte y directivos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se reunieron esta mañana de manera virtual para analizar la situación de los argentinos que quedaron varados en el exterior.
El encuentro duró menos de diez minutos y el Gobierno justificó la imposición de medidas para limitar el ingreso al país de personas que viajaron al exterior.
Este viernes vence la decisión administrativa a través de la cuál el Gobierno redujo la cantidad de argentinos que pueden ingresar al país desde el exterior, de 2.000 a 600 pasajeros por
día, para intentar frenar el avance de la variante Delta del Covid-19.
Según indicó el Poder Ejecutivo, tras la suspensión del encuentro por parte de la IATA convocado la semana pasada, en esta oportunidad no estuvo presente el vicepresidente regional para América de esa entidad, Peter Cerda.
Por el Gobierno, participaron la titular de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) Paola Tamburelli, y el secretario de Planificación del Ministerio de Transporte, Gastón Jaques.
Por IATA, formaron parte del encuentro la representante regional para la Argentina, Paraguay y Uruguay María José Taveira; el miembro de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe Alejandro Muñoz Torres y el jefe de Desarrollo Comercial para la región de las Américas Lars Pottgiesser.
Al finalizar el encuentro, Tamburelli sostuvo que desde el Gobierno explicaron a las autoridades de IATA que las medidas oficiales "tienen que ver con el cuidado de la vida y la salud
de los argentinos y argentinas".
Asimismo, la funcionaria señaló que el análisis de la evaluación epidemiológica "deriva en la imposición de las medidas que sean necesarias para garantizarlas".
Previo al contacto de este martes, IATA acusó al Gobierno de "dejar tiradas" por el mundo a 1.400 personas por día, a partir de las últimas restricciones al ingreso de pasajeros en medio de la pandemia.
La entidad advirtió, además, que las empresas del sector podrían "suspender" en forma temporal o definitiva su actividad en la Argentina.
Así, cuestionó que se haya decidido reducir de 2.000 a 600 la cantidad de pasajeros que pueden regresar a la Argentina desde el exterior, en el marco de los intentos para reducir la
posibilidad de que ingresen contagiados con la variante Delta del COVID-19.
"La programación de vuelos se hace con meses de anticipación y en Argentina hay aprobaciones que han llegado incluso un día antes", criticó IATA.
La entidad había solicitado una reunión con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que en principio había sido programada para el jueves último, pero finalmente no se pudo concretar.
Fuente: Noticias Argentinas