Haddad, quien ya expresó que el ex presidente Luiz Lula Da Silva, preso por corrupción, sería un "gran consejero" de su eventual gobierno, cambió hoy la visita al ex mandatario por entrevistas y ruedas de prensa en las que insistió que Bolsonaro es una "amenaza" a la democracia brasileña.
"Bolsonaro es una amenaza concreta a las instituciones. No voy a ahorrar esfuerzos para evitar lo peor. Estamos lidiando con uno de los peores parlamentarios de la historia, como si fuera banal lo que está ocurriendo", dijo en un encuentro con periodistas en San Pablo, informó EFE.
También alertó sobre el aumento de la violencia por motivos políticos y afirmó que Bolsonaro, al que evita referirse por su nombre y apellido, convertiría a Brasil en "un país de milicianos" como ocurre, señaló, en Filipinas bajo el mandato de Rodrigo Duterte.
"Vamos a congregar todas las fuerzas democráticas para vencer lo que en mi opinión sería el mayor retroceso de la historia del país", agregó Haddad, con la esperanza de revertir la amplia diferencia con respecto a su adversario de cara a una segunda vuelta para la que los últimos sondeos le auguran una derrota.
Según una encuesta de la semana pasada elaborada por la firma Datafolha, Bolsonaro conseguiría un 58 por ciento de los votos válidos frente al 42 por ciento de Haddad (Partido de los Trabajadores, PT) en el balotaje presidencial que se celebrará el 28 de octubre .
Por su parte, Bolsonaro visitó hoy un cuartel del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de Río de Janeiro, un cuerpo de la Policía que se hizo mundialmente conocido con la película "Tropa de Elite".
El aspirante por el Partido Social Liberal (PSL), que defiende la liberación de la venta de armas para civiles, afirmó en un discurso dirigido a los efectivos policiales que entiende su candidatura como una "misión de Dios" para "mudar el destino de esta gran nación", agregó EFE.
"Tenemos que preservar la vida humana de las personas de bien y ustedes son personas de bien", aseguró Bolsonaro, quien cerró su alegato exclamando "calavera", el grito de guerra de este cuerpo, cuestionado en diversas ocasiones por organizaciones de derechos humanos.
El capitán en la reserva del Ejército se dio un apretón de manos con el coronel de la unidad del Bope y le advirtió entre risas que "quienes van a mandar en Brasil serán los capitanes".
"Tenemos la segunda bancada (parlamentaria) en Brasilia, sin televisión, sin fondo partidista, sin nada. Entonces tenemos que intentar cambiar, hacer lo correcto. Creo que eso es posible, después de todo, no tenemos otro camino. Muchas gracias a todos ustedes por la confianza", dijo durante la visita Bolsonaro, cuestionado por sus frecuentes declaraciones xenófobas y machistas.