El nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, dijo el lunes que propondrá una nueva ancla fiscal en la primera mitad de este año, mientras el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva trabaja para "restaurar" las cuentas públicas.
Haddad, exalcalde de Sao Paulo, asumió el cargo con el reto de presentar un marco fiscal creíble después de que el Congreso aprobó un paquete que eleva el techo de gasto de Brasil para aumentar las ayudas sociales y cumplir las promesas de campaña de Lula.
En su primer discurso en el cargo, Haddad dijo que el Gobierno no aceptaría el "absurdo" déficit primario de 220.000 millones de reales (41.190 millones de dólares) previsto en el presupuesto de este año, e indicó que trabajará para reducirlo.
Añadió que trabajará con "todo el énfasis" en la recuperación de las cuentas públicas al tiempo que combate la inflación, prometiendo enviar al Congreso la propuesta de un nuevo anclaje fiscal en el primer semestre del año que busque garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.
Haddad no mencionó la decisión adoptada por Lula de prorrogar una costosa exención fiscal sobre los combustibles. Antes de asumir el cargo, Haddad había afirmado que la medida -que tiene un impacto anual de 52.900 millones de reales- no se prorrogaría.
Las incertidumbres fiscales en Brasil, la mayor economía de América Latina, han retrasado las apuestas del mercado sobre el inicio de la aplicación de una política monetaria expansiva, que ayudaría a encender la actividad interna en un escenario de desaceleración mundial. Haddad era visto con desconfianza por el mercado por temor a un gasto descontrolado en un país que ya mantiene una elevada deuda de sus pares emergentes.
El lunes trató de disipar estas preocupaciones, afirmando que la armonización de la política fiscal y monetaria se produciría "con toda seguridad" y que las autoridades fiscales y monetarias tendrían que llegar a un entendimiento buscando el equilibrio. "No estamos aquí para aventuras", afirmó. Según Haddad, el Gobierno buscará democratizar el acceso al crédito y establecer un sistema fiscal más transparente, "más justo y más simple".