
La calma del macrocentro santafesino se vio alterada este viernes por la tarde con el hallazgo de una mujer muerta dentro de su vivienda de calle Hipólito Yrigoyen al 3100. El cadáver, que llevaba varios meses sin ser descubierto, estaba en un avanzado estado de putrefacción. El hecho salió a la luz cuando una sobrina de la víctima —que era una mujer de 43 años que vivía sola y padecía una discapacidad— se presentó en el domicilio tras no tener noticias de ella desde diciembre del año pasado. Al notar la puerta cerrada desde adentro y sin obtener respuesta, la joven llamó a uno de los operadores de la central de emergencias 911.
Putrefacción
Oficiales suboficiales de la Brigada Motorizada acudieron de inmediato y, con autorización de la mujer que era familiar de la víctima, ingresaron al inmueble. Una vez en el interior, se toparon con la escena: el cadáver de la mujer, estaba en estado de descomposición.
Sin violencia
El lugar fue preservado hasta la llegada de los peritos de la Policía de Investigaciones (PDI). El médico policial que revisó el cadáver confirmó el avanzado deterioro y no encontró indicios de violencia ni sobre el cuerpo ni en la vivienda, aunque recomendó la realización de una necropsia.
Análisis y peritajes
Los especialistas de la PDI realizaron las pericias criminalísticas de rigor y tampoco hallaron rastros que sugieran la intervención de terceros o de violencia en el cuerpo como en el interior del inmueble.
Necropsia
Informaron la novedad a las Jefaturas de la Unidad Regional I y de la Policía de Investigaciones PDI, ambas de la Policía de Santa Fe, que dieron aviso al fiscal de la Oficina de Delitos Sexuales y Muertes Violentas de Mujeres, Matías Broggi. El funcionario ordenó el traslado del cuerpo a la morgue judicial para la necropsia, con el fin de establecer la causa real del fallecimiento.

