En un movimiento que podría desatorar el estancado conflicto en la Franja de Gaza, la organización islamista Hamas anunció su aceptación para liberar a la totalidad de los rehenes tomados el 7 de octubre de 2023, ya sean “vivos o muertos”. El anuncio, realizado mediante un comunicado, llega justo antes del plazo límite que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había impuesto para que el grupo llegara a una decisión.
Hamas especificó que dará cumplimiento a la liberación de los secuestrados “según el intercambio propuesto por el presidente Trump, siempre y cuando las condiciones necesarias para el intercambio estén aseguradas”. Esta postura implica un avance significativo hacia una tregua, aunque la organización impuso un claro límite a la negociación.
Los puntos del plan de Trump y la postura de Hamas
La propuesta presentada por Trump es ambiciosa y multilateral. En esencia, prevé un alto el fuego inmediato en Gaza, la retirada progresiva del Ejército israelí, y la liberación total de los rehenes en un plazo de 72 horas desde que se anuncie el acuerdo. Este canje se realizaría a cambio de la excarcelación de centenares de presos palestinos y el envío de ayuda humanitaria a la población de Gaza a través de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el plan estadounidense también incluye cláusulas de alto impacto político: el desarme total de Hamas, su exclusión de la gobernanza de la Franja y el establecimiento de un gobierno de transición formado por tecnócratas palestinos y expertos internacionales, todo ello supervisado por una “Junta de la Paz” codirigida por el propio Trump y el exprimer ministro británico Tony Blair. Incluso se ofrece inmunidad e indulto para los líderes y miembros de Hamas, y se plantea una vía hacia la solución de dos Estados.
Sobre estos puntos más sensibles, la respuesta de Hamas fue categórica: sostuvieron que “los otros puntos incluidos en la propuesta del presidente Trump que tienen que ver con el futuro de la Franja de Gaza y el derecho legítimo del pueblo palestino” están atados a una posición nacional y a resoluciones y leyes internacionales. Por lo tanto, serán discutidos en una “mesa de trabajo palestina unificada”, en la que Hamas se comprometió a “participar y colaborar responsablemente”.
En la práctica, la organización islamista acepta el canje de rehenes, que resolvería la crisis humanitaria de los secuestrados, pero se niega a capitular en lo político y a aceptar sin discusión su propio desarme o su exclusión del futuro de la Franja, trasladando el debate a una instancia interna palestina. La pelota ahora vuelve a caer en el campo de la diplomacia internacional para asegurar que las “condiciones necesarias” de este complejo intercambio se concreten. Un punto crucial de la propuesta de Trump es que plantea una solución de dos Estados, rechazada expresamente por el gobierno del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
