La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, explicaba a los diputados daneses una nueva ley que prohíbe a los circos usar ciertos animales exóticos cuando se rió de manera inesperada al relatar que su Consejo de Ministros acordó comprar cuatro elefantes y también tuvo que adquirir un camello porque era el amigo inseparable de uno de esos paquidermos.
La anécdota también arrancó las risas de los legisladores.