Los hoteleros y gastronómicos de la ciudad de Santo Tomé atraviesan desde hace más de un año una profunda crisis a causa de la pandemia de coronavirus. Fueron encontrando opciones para salir adelante pero con las nuevas restricciones la situación volvió a complejizarse.
Marina Marangoni, empresaria hotelera, le contó a Veo Noticias que "en el hotel se trabaja, poco pero se trabaja. La gente de trabajo esencial viene a hospedarse. Lo que sí está parado es el tema de la gastronomía y con el tema de las restricciones no viene gente a la noche y al mediodía se trabaja poco, seguimos con el delivery".
"El delivery fue lo que nos salvó el año pasado, no teníamos ese servicio y tuvimos que incorporarlo, lo mismo que las viandas al mediodía, con eso pudimos salir adelante. Ahora no se trabaja tan bien como quisiéramos", agregó.
Además, indicó que "en veranos sacábamos mesas afuera porque hacía calor, notábamos que había un poco de miedo de estar adentro. Ahora, con el frío tenemos todos los protocolos, la reducción de mesas, el 30% dentro, el alcohol; la gente se sigue movilizando igual pero hay gente con miedo. Con la restricción de la circulación la gente no viene en remis ya que los costos se hacen muy elevados, por lo que tienen que venir si o si caminando".
En cuanto al protocolo dentro del hotel, afirmó que "son los mismos de siempre, trabajamos desde el año pasado. En junio comenzamos a trabajar con esenciales, siempre tuvimos gente, en noviembre comenzó a levantar un poco y nunca tuvimos un contagio entre los pasajeros porque siempre se respetaron los controles y hubo mucho cuidado".
