Esta mañana, el tribunal compuesto por Pablo Busaniche (presidente) y Sebastián Szeifert, y por la jueza Susana Luna, dio a conocer el veredicto por el transfemicidio de Alejandra Ironici. Héctor Damián Barrero fue condenado a prisión perpetua por abusar sexualmente de la víctima, luego asestarle 46 puñaladas y, finalmente, prender fuego al cadáver el domingo 21 de agosto de 2022 en una vivienda ubicada en Pasaje Público al 8.100, donde la víctima convivía con su pareja, a raíz de una relación que habían comenzado cinco meses antes.
El primer día del debate, Barrero sorprendió declarándose culpable, "no recuerdo cómo lo hice, pero sé que lo hice yo". Así mismo, no reconoció el abuso sexual: “Yo me hago cargo de haber atentado contra la vida de Alejandra Ironici, pero no me voy a hacer cargo de haber abusado. He hecho muchas cosas mal, siento yo la necesidad de expresarlo, no lo hice antes porque no pensé, es más, no recuerdo cómo lo hice, pero sé que lo hice yo”, lanzó.
Puñaladas y fuego
El abuso sexual y el transfemicidio de Ironici fueron cometidos el domingo 21 de agosto de 2022 en una vivienda ubicada en Pasaje Público al 8.100, donde la víctima convivía con su pareja, a raíz de una relación que habían comenzado cinco meses antes.
Del Río Ayala sostuvo que “con la intención de matarla, el acusado tomó por detrás a Ironici y con un arma blanca le asestó 46 puñaladas en distintas partes del cuerpo”. En tal sentido, agregó que “antes de matar a la víctima, el acusado la abusó sexualmente y, finalmente, la prendió fuego al cadáver en la zona de los glúteos”.
“Después de cometer los ilícitos, el acusado se fue de la casa y se llevó un teléfono celular, una computadora y un automóvil que pertenecían a ella”, planteó la fiscal. Según puntualizó, “ese mismo día a las 23:00, un sobrino de la víctima llegó al inmueble, encontró el cuerpo sin vida y dio aviso a la Central de Emergencias 911”.
La fiscal Del Río Ayala agregó que “durante las primeras diligencias, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) determinó que la muerte había sido entre 12 y 18 horas antes, lo cual fue ratificado por la autopsia”.
En cuanto a la detención del acusado, la funcionaria del MPA recordó que fue el día después del ataque en un inmueble de la capital provincial. Al respecto, especificó que “el hombre investigado estaba en el domicilio de una trabajadora sexual”, y destacó que “había dejado estacionado en el frente el vehículo de la víctima”.
Conformidad tras la audiencia
Al respecto, la fiscal del MPA, Dra. Alejandra del Río Ayala, indicó que “desde el principio, cuando hubo perfil genético y producción de evidencia concluyente se fue por el concurso real por abuso sexual con acceso carnal porque habitualmente esto queda subsumido a otro delito, el mayor logro fue calificar de transfemicidio, no sólo que es complejo y novedoso, implica un cambio de paradigma y en términos probatorios”.
Luego, Ayala concluyó en que “desde el primer momento supimos quién era y el contexto en el que se produjo, la principal hipótesis fue transfemicidio calificado. En el cuerpo de la víctima y en la escena del hecho, se encontraron los elementos para las calificaciones y pudo ser probado. El abuso sexual existió” y agregó que “el cuerpo siempre habla y la cantidad de lesiones, 46 es todo un símbolo, hay dos datos más, dónde se concentraron las lesiones, características del sexo, y del género, todo fue hacia el deterioro del cuerpo de Alejandra” lo que avala la hipótesis del odio de género.
La fiscal explicó también que “ya en la primera audiencia Barrero reconoció haberla asesinado, no dio mucha información, pero que yo me declare culpable, no significa que no haya que probarlo desde la fiscalía pero además dijo ´la maté´. Hay que explicar cómo, qué había en el cuerpo, circunstancias que no estaban cubiertas en su declaración”.
Por su parte, el hermano de la activista trans, José Luis Ironici, sostuvo que “estoy conforme, no me va a devolver eso a mi hermana. Fue muy doloroso este proceso. A mi hermana la crié… no lo conocíamos al asesino… Ella no contaba nada de su relación, sólo una vez lo presentó como pareja, un sábado, fue a comer con nosotros, mi señora la notó muy rara, no nos gustaba pero era la relación de ella. Ella se sentía amenazada y nos juntó a todos los hermanos esa vez. Le pregunté qué le pasaba, parece que tenía miedo de morir…”.
Luego, el familiar de la víctima relató que “yo le dije que tenía miedo por cómo son ustedes y siempre aparece uno y te mata. Ella no hablaba de sus temas de activista, hacía vida en familia y se iba. Yo la entendía, nunca la juzgué, sabía de su militancia pero no hablaba de eso”.