El segundo tiempo de Peñarol vs. Colón se vio empañado e interrumpido por otro cruce entre hinchadas. De un lado, la local de Manya. Del otro, los visitantes del Sabalero. Como resultado, el brasileño Anderson Daronco se vio obligado a parar el encuentro por la violencia en las tribunas. Hasta ese momento empataban 1-1. Se reanudó media hora después.
Colón, ya en octavos de la Libertadores, buscaba abrochar el liderazgo del grupo G ante un Peñarol ya eliminado, pero todavía con chances de acceder a la Sudamericana (dependía de una derrota de Olimpia además de su propia victoria). A los 15 minutos de la segunda parte, Daronco tuvo que frenar el match por los desmanes del otro lado del rectángulo verde.
Los de Peñarol sortearon una serie de pulmones de separación -precarios en cuanto a seguridad- y quedaron prácticamente cara a cara con los santafesinos, apenas divididos por un alambrado menor. Empezaron los insultos y, desde luego, comenzaron a volar proyectiles, con escasos miembros de seguridad privada y policías tratando de contener. También hubo golpes de puño entre los que lograron romper los alambres.
Los jugadores trataron de acercarse hasta donde pudieron, en el terreno de juego, para apaciguar los ánimos y permitir la continuidad del encuentro. Finalmente, después de media hora y cuando a Daronco -tras charlas y charlas- le brindaron las garantías para seguir, el partido fue reanudado.
Fuente: Olé
