Hace 20 años que las autoridades santafesinas parecen no encontrarle una solución definitiva a la organización de la nocturnidad. Desde 2005, cuando el intendente Balbarrey ordenó la suspensión por 15 días de todos los locales bailables para evaluar las estructuras y minimizar los riesgos, pasando por la emergencia nocturna aprobada por el Concejo Municipal a pedido del Ejecutivo encabezado por Mario Barletta en 2009, hasta llegar a la sanción de la ordenanza de nocturnidad lograda en 2022, pero que tuvo modificaciones en diciembre pasado.
A lo largo de este tiempo, los boliches se relocalizaron en la zona de la Ruta Nacional 168 con el objetivo de concentrar la actividad para tener un mejor control. Pero todavía esa meta no se alcanzó. Se registran accidentes por falta de iluminación y las imágenes de cientos de jóvenes a la salida de los boliches caminando en plena calle debido a la falta de un transporte público y un corredor seguro son moneda corriente. También, a causa de la falta de efectivos de seguridad, se repiten los enfrentamientos entre los mismos jóvenes que asisten a estos establecimientos. En definitiva, el paso de años y las gestiones no mejoraron demasiado la situación y la zona de boliches de la Ruta 168 sigue siendo tierra de nadie.
Por su parte, los empresarios que apostaron e invirtieron en la zona expresaron también su preocupación. Aseguran que los problemas en la circulación, las peleas y los hechos de inseguridad son el común denominador de los fines de semana. Por eso, los propietarios de los locales bailables piden con urgencia la reorganización de los adicionales de seguridad y otras medidas para evitar que la situación se agrave.
Leónidas Bonaveri, propietario de uno de los boliches, explicó que pretenden "la realización de un consorcio, con el Ministerio de Seguridad de la provincia y autoridades del municipio, para que la intervención en cuanto a seguridad, a la viabilidad de aplicar el sendero seguro para los chicos, se haga en forma conjunta para que la intervención en la zona sea como se debiera haber realizado desde un principio. Hoy los hechos de inseguridad se suscitan fuera de los establecimientos y lo que tenemos que controlar es la vía pública. Por eso estamos solicitando es que los adicionales que se contratan se reutilicen en la zona exterior de los establecimientos, que es donde se provocan la mayoría de los acontecimientos".
