Vecinos de un barrio de la ciudad de Santa Fe expresaron su profunda preocupación por una doble problemática que afecta su vida cotidiana: una persistente ola de inseguridad y las demoras en una obra de gran envergadura que genera serios inconvenientes. La vecinalista Graciela Pieroni detalló la situación y remarcó la importancia de la participación ciudadana para buscar soluciones.
“El vecino no llama al 911 y eso nos perjudica”
Pieroni describió que los hechos de inseguridad más comunes son los robos en patios y a vehículos durante la madrugada, entre las 3 y las 6 de la mañana, y también en el horario de la siesta. “Aprovechan esa situación de treparse un tapial y ver qué es lo que se pueden llevar. Sacan lo que pueden”, lamentó.
Sin embargo, la principal preocupación de la referente barrial es la falta de denuncias formales. “Estamos preocupados por el tema de que el vecino no llama al 911. Tiene la costumbre de decir ‘para qué voy a llamar si ya el hecho fue consumado'”, explicó.
En este sentido, Pieroni hizo un llamado a la comunidad para que reporte cada incidente, ya que esas llamadas son las que construyen el “mapa del delito”. “De eso depende también cómo se forman las cuadrículas para hacer la prevención en los barrios. Si aquí no hay llamados, aquí no pasa nada”, advirtió. Aseguró que desde la propia vecinal se encargan de llamar para que los hechos queden registrados en las estadísticas.
Una obra “terrible” en Roque Sáenz Peña y Crespo
El segundo gran reclamo se centra en una obra de reparación de un socavón en la esquina de Roque Sáenz Peña y Crespo, que ha causado innumerables problemas a los residentes. Pieroni calificó la situación como “terrible” y explicó que las demoras se originaron porque el municipio no contaba con la maquinaria necesaria, lo que obligó a un largo proceso de licitación.
Una vez iniciados los trabajos, la empresa a cargo se encontró con cañerías de gas y cloacas muy antiguas y de difícil reparación, lo que, sumado a las lluvias, retrasó aún más el cronograma. “El enojo de los vecinos es entendible. Los tiempos que tenemos nosotros no son los mismos que tienen las obras”, sostuvo la vecinalista.
Estiman que los trabajos llevarán varios meses más
Actualmente, la obra está en marcha pero se estima que su finalización demandará “unos tres o cuatro meses más, si no surge otra cuestión”. La interrupción del tránsito no solo afecta a los frentistas, sino que también obligó a desviar el recorrido del transporte público, un servicio esencial para el barrio.
Finalmente, Pieroni expresó su preocupación por el estado en que quedarán las viviendas linderas al “terrible socavón” y pidió que se realicen evaluaciones técnicas para garantizar la seguridad de las estructuras una vez que la obra concluya.


