Desde hace muchos años el Centro de Educación Física N° 33 cuenta con una pileta que es utilizada por escuelas públicas e instituciones intermedias que trabajan con chicos con condiciones especiales. En esta etapa del verano también se desarrollan las Escuelas de Verano Municipales y cientos de chicos asisten en distintos momentos del día a realizar actividades recreativas vinculadas con el agua. Pero cuando la institución educativa está cerrada, aparece el aprovechamiento de personas que, saltando los muros perimetrales, se arrojan al natatorio sin ningún tipo de autorización para apaciguar los efectos del verano.
Las autoridades del espacio aseguran que desde este verano el lugar no cuenta con custodia adicional de la Policía ya que desde el Ministerio de Educación dijeron no poder hacerse cargo del costo de ese control y por lo tanto el lugar quedó desprotegido por las noches, fines de semana y feriados. "Para la cooperadora es imposible hacerse cargo de seguridad privada o pagar esos adicionales", dijo uno de los referentes educativos de la institución ubicada en Hipólito Irigoyen 3382.
"Lo más temeroso del cuadro es que sabemos que muchos de los que usurpan la pileta utilizan la cabina del filtro que está ubicada en una de las cabeceras como trampolín y eso es muy peligroso ya que en ese lugar la profundidad no es más de 1,20 o 1,30 metros", continúa relatando el directivo consultado por Veo Noticias. También se encontraron en el fondo de la piscina piedras y botellas.