La operación de los aviones de combate israelíes, estuvo dirigida contra recintos militares y sitios de lanzamiento de cohetes de Hamás.
El ejército afirmó que los puntos atacados estaban situados en la ciudad de Gaza y en el sur del enclave, sometido a un bloqueo israelí desde hace casi 15 años.
Los bombardeos impactaron tres centros de entrenamiento de las Brigadas de Ezedin Al Kasem, brazo armado de Hamás, que controla de facto el enclave desde 2007.
Se trata de los últimos hechos de violencia, tras la frágil tregua entrada en vigor el pasado 21 de mayo, que puso fin a más de 10 días de intensos combates. Y los primeros bajo el nuevo gobierno israelí, encabezado por Naftali Bennett. Cuya heterogénea coalición acaba de sustituir al ex-primer ministro Benjamín Netanyahu.
Estas tres jornadas de hostilidades entre Israel y las milicias de Gaza fueron las primeras desde el 21 de mayo, cuando entró en vigor una tregua "mutua, simultánea y sin condiciones" que puso fin a una escalada bélica que le costó la vida a 260 palestinos -entre los que se encontraban niños y adolescentes- y a 13 personas en Israel, incluyendo un niño, una adolescente y un soldado.
Las fuerzas armadas de Israel "continuarán atacando blancos militares e infraestructuras pertenecientes a la organización terrorista, y responsabiliza a Hamás por todos los hechos que ocurren en la Franja de Gaza", señaló el ejército en un comunicado.
El general Aviv Kohavi, jefe del ejército israelí, pidió a su Estado Mayor aumentar la preparación para diversos escenarios, incluida “la reanudación de las hostilidades”. Kohavi, viajará mañana sábado a los Estados Unidos, donde sostendrá una serie de reuniones durante seis días para discutir sobre “desafíos comunes en materia de seguridad”, según el comunicado.
Fuente: AFP