Javier Milei descongeló las relaciones diplomáticas con China tras su encuentro con Wu Weihua, enviado especial de XI Jinping a la asunción presidencial. El presidente comentó a Wu que tenía una banda de rock llamada Everest y al instante el enviado de Xi lo invitó a escalar la montaña más alta del planeta, en un gesto de distensión que sorprendió a Milei y a la canciller Diana Mondino, que también estaba en la audiencia. A partir de ese momento, el diálogo fluyó entre Milei y Wu, quien ratificó la voluntad de Xi apoyar a Argentina frente a su compleja situación económica. “La reunión fue excelente”, comentó el jefe de Estado cuando concluyó el conclave en su despacho.
Alberto Fernández cerró con Xi una ampliación del swap que utiliza el Banco Central para garantizar el flujo de importaciones y el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) ante la ausencia de dólares en las reservas públicas. El tramo acordado es por 5.000 millones de dólares y Beijing aguardó hasta el resultado electoral para enviar las remesas desde el Banco Popular de China.
La cautela del régimen comunista es fácil de explicar: si ganaba Sergio Massa las partidas del swap llegarían sin demoras, pero con el triunfo de La Libertad Avanza esa decisión política se suspendió ante las reiteradas declaraciones de Milei y Mondino respecto al China, su ideología y su rol en la agenda geopolítica.
Dos días después del balotaje, Xi hizo un movimiento táctico felicitando a Milei tras derrotar a Massa. Y Milei contestó con una frase que inició el descongelamiento entre ambos mandatarios.
“Agradezco al Presidente Xi Jinping las felicitaciones y los buenos deseos que me ha hecho llegar a través de su carta. Le envío mis más sinceros deseos de bienestar para el pueblo de China”, replicó Milei en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
Desde la realpolitik, el texto de Xi y la respuesta de Milei fueron complementarios. El líder comunista inició el acercamiento y el presidente argentino completó el gesto político con un deseo de bienestar al pueblo de China y archivando sus declaraciones contra China en la campaña electoral.
Xi quiere mantener el status diplomático con Argentina que logró durante la administración de Alberto Fernández, y Milei necesita el swap para garantizar un volumen mínimo importaciones y tener una reserva de libre disponibilidad para pagar los vencimientos con el FMI.
Para China mantener el status diplomático implica que se respeten todos los acuerdos firmados con Argentina y que están previstos en la Ruta de la Seda, una iniciativa diseñada por el régimen comunista para disputar los intereses de Estados Unidos y Europa a nivel global.
Xi también pretende que Argentina no renuncie a los BRICS, que permita a la tecnología china participar en las licitaciones públicas y que se completen las negociaciones para cerrar la venta de aviones de combate de última generación destinados a la Fuerza Aérea de la Argentina.
Fuente: Infobae