El acuerdo se promociona como la creación de una de las áreas de libre comercio más grandes del mundo, con un mercado de más de 700 millones de personas y un volumen económico combinado de magnitud global. La expectativa de los gobiernos es aprovechar un contexto internacional fragmentado para reposicionar al Mercosur como actor comercial relevante y con capacidad de negociación.
El Gobierno entiende que la cumbre puede funcionar como un escenario para mostrar compromiso con la inserción global, una de las banderas que Milei impulsa desde su campaña. No obstante, en la administración reconocen que cualquier beneficio real del acuerdo será visible recién a mediano plazo, cuando comiencen a implementarse los capítulos comerciales y regulatorios.
Brasil, como anfitrión, apuesta a un mensaje de alineamiento externo y liderazgo regional. Para Lula, el acuerdo es una herramienta para reactivar relaciones con Europa, profundizar la integración sudamericana y dejar atrás años de estancamiento en la agenda de comercio exterior del Mercosur.
El cierre del año encontrará así al bloque en un punto de inflexión. Los gobiernos llegan a la cumbre de diciembre con una mezcla de expectativas, cautela y la conciencia de que la firma del acuerdo abre una nueva etapa. El desafío será traducir el impulso diplomático en beneficios concretos para economías que enfrentan tensiones internas, necesidades de inversión y demandas crecientes de competitividad.
Javier Milei viaja a Estados Unidos y habrá foto con Donald Trump
En tanto, el 4 de diciembre Milei emprenderá un viaje a Washington en medio de una agenda diplomática y económica de peso. Allí será recibido por la U.S. Chamber of Commerce -la poderosa cámara empresarial estadounidense- con la intención de avanzar en la reglamentación del acuerdo comercial que ambos países vienen negociando.
La actividad central de Milei en Washington será una charla dirigida a empresarios bajo el título “El caso argentino: el desafío del crecimiento económico tras décadas de populismo”, donde buscará presentarse como promotor de inversiones y apertura. La elección del escenario no es casual: llega en un momento en que la Casa Rosada apuesta por robustecer su vínculo con Estados Unidos como palanca de inserción global y acceso a mercados y capitales externos.
Pero el viaje no es solo negocios: ese mismo día, Milei participará del sorteo del Mundial 2026 en el John F. Kennedy Center for the Performing Arts. Allí el mandatario compartirá un palco con su par estadounidense, Donald Trump. Su regreso al país está previsto para el 7 de diciembre, cuando se preparará para un recambio legislativo que favorece al Ejecutivo y marcará el rumbo de la segunda etapa de su gestión.
Fuente: Ambito
