El gobernador saliente de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, evitará pronunciarse en los próximos días con respecto a su preferencia personal o a la de su espacio en relación con la segunda vuelta electoral del 19 de noviembre.
"Podemos ser el fiel de la balanza", sostiene una fuente central de Hacemos por Nuestro País. Los 7 puntos, que representan casi 1.800.000 votos que cosechó Schiaretti, se convirtieron en un tesoro codiciado por los candidatos en carrera, Sergio Massa y Javier Milei.
Schiaretti emprendió un viaje de 10 días por Medio Oriente y Europa junto a Martín Llaryora, quien lo sucederá el 10 de diciembre en la gobernación de Córdoba. En ese tiempo, meditará qué posición tomará cuando regrese al país.
En Arabia Saudita, Schiaretti firmará un acuerdo por 100 millones de dólares para financiar la construcción de otro tramo del Acueducto Córdoba - Santa Fe. Irá junto a Omar Perotti, el gobernador saliente de la provincia vecina y también peronista.
En Córdoba, territorio antikirchnerista por excelencia, las mediciones que mandó a hacer el gobierno provincial dieron una ventaja 2 a 1 a favor de Milei, todavía con muchos electores indefinidos.
Fuentes del peronismo cordobés explicaron que la decisión del gobernador de Córdoba evitó quedar enredado en una definición política que tiene escasas posibilidades de influir de manera efectiva en lo que vaya a hacer cada uno de sus votantes. "¿Alguien puede creer que porque el Gringo les diga que vayan y voten a Milei o Massa lo van a hacer? ¿O van a decir a quién votan sin esperar ni escuchar lo que diga nadie?".
Fuente: El Economista
