El Gobierno, la cámara de la construcción y los gremios evaluaron el impacto de la segunda ola de la pandemia de Covid-19 en la economía y acordaron ajustar los protocolos y extremar las medidas de cuidado para garantizar la continuidad de las obras públicas nacionales.
"La segunda ola de Covid-19 viene fuerte y estamos trabajando intensamente para evitar contagios en los trabajadores. El año pasado, con los protocolos que ahora estamos fortaleciendo, nos fue muy bien y hubo muy pocos casos de contagio", le explicó Katopodis a la agencia NA.
El protocolo incluye como medidas la higiene de manos, el uso de barbijos de manera continua, limpieza de herramientas, máquinas de uso diario, espacios en común, entre otras.
Además, el empleador es el encargado del traslado de los trabajadores y de proveer todos los insumos y elementos de limpieza y seguridad en la obra, como cascos, guantes, y todos aquellos que sean fundamentales para el desarrollo de las tareas y de la complejidad de la obra.
Katopodis señaló que hay 1.300 obras públicas financiadas por el Gobierno nacional en todo el país y el objetivo es trabajar en forma focalizada, atendiendo cada caso puntual con las empresas y el gremio si surgen riesgos.
"Lo primero es cuidar la vida, pero que estemos trabajando en forma conjunta, como lo hicimos en todo el 2020, demuestra que queremos sostener las obras públicas, su ejecución, defendiendo los miles de puestos de trabajo que se fueron creando", dijo Katopodis.
El ministro se reunió con su par de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; con el secretario de Obras Públicas, Martín Gill, y con la presidenta de la empresa estatal AySA, Malena Galmarini.
En 2020, Obras Públicas impulsó la creación de un Protocolo de Seguridad e Higiene, para el cuidado y bienestar de los trabajadores en los diferentes ámbitos laborales de la obra pública y Katopodis se reúne una vez por mes con las empresas y los gremios para revisar la situación.
El secretario general del gremio de la construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, dijo en la reunión que hay que intentar sostener las obras públicas en marcha por su "capacidad multiplicadora de actividad económica y empleo genuino".
"La construcción es una de las llaves maestras para el crecimiento económico del país. Así lo entiende el gobierno nacional y compartimos su impulso a estas políticas", dijo el gremialista.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la construcción registra un aumento consecutivo del sector en los últimos 6 meses y una suba del 22,7% con respecto al año anterior.
"Tenemos la responsabilidad de invertir en obras, pero también de sostener y garantizar el servicio que existe.
Necesitamos reforzar los protocolos y la responsabilidad colectiva para bajar al mínimo el riesgo de los trabajadores y trabajadoras esenciales como lo venimos haciendo", señaló Galmarini.
Iván Szech, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, destacó el fortalecimiento de los protocolos y sostuvo que "hay que consolidar el crecimiento de la actividad de la construcción que se empieza a ver también en el empleo".
"Los protocolos están funcionando correctamente, las obras no han sido foco de contagio sino por el contrario de detección de casos y aislamiento. La construcción es uno de los pilares de la recuperación económica, la revitalización de la obra pública y privada, que ya lleva unos meses, nos permitirán proyectar un futuro mejor para todos los argentinos", agregó el empresario.
José Luis Lingeri, secretario general del Sindicato de Obras Sanitarias (SGBATOS), ejemplificó que en AYSA se modificó la modalidad de trabajo con la rotación de turnos para mantener el ritmo de obra.
Fuente: NA