La actividad industrial en la provincia de Santa Fe atravesó noviembre con resultados desiguales y un clima de marcada cautela entre las empresas. Así lo refleja el Informe de Actualidad Industrial Nº 154, elaborado por la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), que da cuenta de un escenario todavía complejo para el entramado productivo provincial, condicionado por la retracción del consumo, la incertidumbre macroeconómica y las dificultades para sostener niveles de producción.
De acuerdo al relevamiento, el desempeño general de la industria manufacturera santafesina mostró variaciones heterogéneas según el sector. Si bien algunos rubros registraron leves repuntes respecto de meses anteriores, la comparación interanual continúa arrojando números negativos en actividades de peso para la economía provincial, como la metalmecánica, la industria automotriz y ciertos segmentos vinculados a la construcción.
El informe advierte que la demanda interna sigue siendo uno de los principales factores que limitan la recuperación. Muchas empresas operan por debajo de su capacidad instalada, priorizando el sostenimiento financiero y la reducción de costos ante un mercado que aún no muestra señales claras de reactivación. En ese contexto, la producción se mantiene ajustada y con una planificación de corto plazo.
En el plano laboral, FISFE señala que el empleo industrial presenta una dinámica estable pero frágil. Si bien no se registraron caídas abruptas durante noviembre, las expectativas empresarias respecto a nuevas incorporaciones continúan siendo bajas. La mayoría de las firmas relevadas indicó que mantendrá sus dotaciones actuales, mientras que un porcentaje menor anticipa posibles reducciones si no mejora el nivel de actividad.
Otro punto destacado del informe es la evolución del comercio exterior industrial. Las exportaciones muestran comportamientos dispares, con sectores que logran sostener envíos al exterior y otros que enfrentan dificultades por costos logísticos, tipo de cambio y menor competitividad. En tanto, las importaciones de insumos continúan condicionadas por el nivel de producción y las restricciones financieras.
Desde FISFE remarcan que, pese a algunos indicios de estabilización, el panorama general sigue siendo desafiante. La entidad subraya la necesidad de políticas públicas orientadas a fortalecer el mercado interno, mejorar el acceso al crédito productivo y generar condiciones de previsibilidad que permitan a las industrias planificar inversiones y sostener el empleo.
El informe concluye que la industria santafesina cerró noviembre sin una tendencia definida de recuperación, en un escenario donde conviven señales puntuales de mejora con una realidad estructural aún débil. De cara a los próximos meses, el sector observa con atención la evolución de la economía nacional y aguarda definiciones que permitan revertir la caída acumulada de la actividad.
