La campaña de trigo 2025 concluyó con resultados históricos en el centro norte de la provincia de Santa Fe. De acuerdo con los datos del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) difundidos por la Bolsa de Comercio de Santa Fe, el ciclo cerró con una producción primaria récord de más de 2,09 millones de toneladas, lo que representa un incremento superior al 120% en comparación con la campaña 2024.
El área sembrada alcanzó unas 476.500 hectáreas, la mayor superficie implantada desde que existen registros sistemáticos a partir de 2010. La cosecha abarcó prácticamente la totalidad del área cultivada, con 476.100 hectáreas recolectadas, en un contexto climático marcado por la alternancia de lluvias y períodos de buen tiempo que permitió avanzar con normalidad en la recolección.
El rendimiento promedio provincial se ubicó en 44 quintales por hectárea, un valor inédito para la región. Los mejores resultados se concentraron en los departamentos San Martín, San Jerónimo, Castellanos y Las Colonias, que explicaron cerca del 72% de la producción total. En algunas zonas del norte santafesino incluso se registraron lotes puntuales con rindes superiores a los 50 quintales por hectárea.
En cuanto al destino del cereal, se estima que entre el 25% y el 30% de la producción será absorbida por la industria molinera, con un potencial de elaboración de unas 524.000 toneladas de harina, mientras que alrededor del 60% del trigo producido se orientará a la exportación. El complejo triguero del centro norte santafesino podría generar exportaciones por un valor FOB cercano a los 281,5 millones de dólares, casi el doble que en el ciclo anterior, pese a una caída promedio del 11% en los precios internacionales del trigo y la harina.
Desde el punto de vista económico, los márgenes brutos mostraron una mejora respecto de 2024, aunque con fuertes diferencias según ubicación y estructura productiva. Los costos directos del cultivo oscilaron entre 330 y 420 dólares por hectárea, mientras que el rendimiento de indiferencia se ubicó entre 21 y 25 quintales por hectárea para productores con campo propio, y hasta 34 quintales para quienes arriendan tierras.
El principal punto crítico de la campaña fue la calidad del grano. Los análisis revelaron una baja en los niveles de proteína, con promedios entre 9,7% y 10,4%, lo que derivará en descuentos comerciales para una parte significativa de los productores. Además, el peso hectolítrico fue inferior al de campañas anteriores, reflejando un trigo más liviano y con mayores dificultades para alcanzar los estándares premium del mercado.
Así, la campaña de trigo 2025 quedará registrada como la de mayor volumen productivo de la última década en el centro norte santafesino, aunque también como un ciclo que dejó en evidencia la necesidad de ajustar estrategias de fertilización y manejo para sostener la calidad en escenarios de altos rindes.

