Tras el triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), la Casa Rosada comenzó a delinear su estrategia política para encarar la nueva etapa de gobierno. Aunque aún no hay un interlocutor oficial designado, el Ejecutivo trabaja en los primeros contactos con gobernadores aliados y bloques legislativos con el objetivo de ampliar su base de apoyo y garantizar la aprobación de las reformas tributaria, laboral y previsional que forman parte de su agenda.
El propio Javier Milei dejó abierta la puerta al diálogo con los mandatarios provinciales. “No tengo problemas en sentarme con los gobernadores, no tengo problema con ninguno de ellos”, aseguró en una entrevista televisiva. El presidente reconoció que en los últimos días mantuvo intercambios informales con distintos dirigentes, algunos de los cuales lo felicitaron por el resultado electoral.
Según fuentes oficiales, Milei evalúa reorganizar su gabinete en función de los acuerdos políticos que logre concretar en las próximas semanas. Hasta el 10 de diciembre, la representación institucional continúa en manos del ministro del Interior, Lisandro Catalán, y del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aunque en el entorno presidencial reclaman una voz única que conduzca las negociaciones para evitar mensajes contradictorios.
En ese contexto, la Casa Rosada apunta a reencauzar la relación con los gobernadores aliados y a sumar apoyos en el Congreso. Entre los interlocutores posibles se mencionan a Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), peronistas con buen diálogo con el Ejecutivo. Además, el oficialismo busca fortalecer su bloque legislativo, con un interbloque ampliado junto al PRO y sectores del radicalismo.
El titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, junto a Cristian Ritondo, líder del bloque del PRO, ya trabaja en reuniones con fuerzas provinciales y en contactos con el bloque Innovación Federal, que agrupa legisladores de Misiones, Salta y Río Negro. La intención es consolidar una bancada mayoritaria que permita disputar más comisiones y avanzar en las reformas proyectadas.
Mientras tanto, en Balcarce 50 reina una calma relativa. Este lunes solo se hicieron presentes el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem, mientras el presidente se mantuvo activo en medios y redes sociales. “Con el resultado de ayer, todo se somete a un reseteo”, sintetizó un funcionario cercano al mandatario.
