Por ahora los mayores problemas se registran en las provincias del norte del país, pero desde la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado ya advierten que la situación puede agravarse porque los camiones que trasladan las garrafas de gas no alcanzan a completar la distribución por las dificultades para conseguir combustible. En Argentina, el 40% de la población se abastece con gas envasado y a eso hay que sumarle el aumento de la demanda por cuestiones estacionales.
Pedro Cascales, presidente de la Cámara, reconoció en diálogo con Veo Noticias: "el gas se produce principalmente en Bahía Blanca y el resto en refinerías que están en la zona de Buenos Aires y Rosario. Y todo eso hay que transportarlo por camiones, largas distancias, hasta llegar a las plantas de fraccionado y posteriormente se trasladan las garrafas a los usuarios y comercios. Toda esa logística se hace con camiones y hoy estamos con faltante de gasoil, o pagando el combustible con sobreprecios, con lo cual hay costos adicionales que estamos soportando. Y también hay que agregar que a veces los camiones tienen que esperar varias horas para conseguir el gasoil. Eso va ralentizando la reposición de los tanques donde almacenamos el gas licuado y genera estas situaciones de mucho stress en la cadena".