La Reserva Federal anunció una suba de 75 puntos de su tasa de interés y anticipó que aumentos continuos de las tasas serán apropiados para lograr una situación de política suficientemente restrictiva para devolver la inflación al 2% en el tiempo.
La necesidad de combatir la inflación pudo más que las expectativas. Aunque la Reserva Federal se enfrenta a un difícil equilibrio en los próximos meses para controlar los precios y evitar el deterioro de la economía, el Comité de Mercado Abierto (FOMC) aplaza para próximos meses la moderación del endurecimiento de la política monetaria. Los miembros de la institución acordaron por cuarta vez en el año subidas los tipos en 75 puntos básicos, hasta situarlos en la horquilla del 3,75%-4%, máximos de 2008.
La fortaleza que sigue mostrando el mercado laboral – el sector privado creó en octubre 239.000 empleos, por encima de los 195.000 previstos–, la salida de recesión de la economía EE UU en el tercer trimestre y el temor a que la inflación se enquiste dan margen a Jerome Powell para mantener su política de subida de tipos acelerada, una estrategia que empezó a implementarse en marzo y que ha llevado a la Fed a elevar las tasas en 375 puntos básicos en lo que va de año.
Si hasta la fecha los temores a una inflación agresiva han sido los principales argumentos que han apoyado un endurecimiento agresivo, de ahora en adelante los temores de recesión tomarán el testigo y contribuirán a aliviar la presión. Los mensajes más moderados lanzados por Christine Lagarde la semana pasada son vistos como una señal de que los bancos centrales quieren evitar erosionar la economía.
Fuente: Ámbito