El fútbol mundial se prepara para otro cruce estelar. Todo indica que la Finalissima entre Argentina y España ya tiene fecha y sede definidas, y sería nada menos que en el Estadio Lusail de Qatar, el mismo donde la Selección argentina se consagró campeona del mundo en diciembre de 2022.
De acuerdo con el diario español Marca, el encuentro entre los campeones de la Copa América y la Eurocopa se jugaría el sábado 28 de marzo de 2026, en plena ventana FIFA. Aunque la confirmación oficial aún no fue emitida, la opción de Qatar habría ganado terreno frente a otras alternativas que se habían evaluado, como Miami, Montevideo o Dubai.
El escenario elegido no es casual: el Lusail es un símbolo reciente del fútbol argentino. Allí Lionel Messi levantó el trofeo más importante de su carrera tras vencer por penales a Francia en la final del Mundial 2022. El regreso de la Scaloneta a ese estadio tendría un valor simbólico, además de funcionar como una medida de preparación de alto nivel a pocos meses del Mundial 2026, que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá.
Entre los factores que favorecen a Qatar, Marca destacó su clima templado en marzo y la cercanía geográfica con Europa, donde milita la mayoría de los jugadores convocados por ambos seleccionados. También influyó la buena relación entre Gianni Infantino y las autoridades qataríes, dado que en las próximas semanas ese país también será sede del Mundial Sub 17.
La concreción del partido depende, no obstante, de que España confirme su clasificación al Mundial, algo que podría sellar en los próximos compromisos eliminatorios. Argentina, por su parte, ya tiene asegurado su boleto y continúa invicta en las eliminatorias sudamericanas.
La Finalissima tiene historia: la primera edición fue en 1985, con triunfo de Francia sobre Uruguay, y la segunda en 1993, cuando Argentina superó a Dinamarca en Mar del Plata. La tercera se reeditó en 2022, cuando el equipo de Lionel Scaloni goleó 3-0 a Italia en Wembley.
De confirmarse, el cruce ante España marcará un nuevo capítulo entre dos potencias del fútbol mundial y significará el regreso de la Albiceleste al lugar donde alcanzó la gloria eterna.


