El secretario general de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (CAMIMA), Aldo Lo Russo, afirmó que las empresas autopartistas "están trabajando al 15% de su capacidad" y que el plan de descuentos en la venta de autos "no alcanza" para reactivar el sector. El empresario pyme señaló que las metalmecánicas "trabajan en un 35 a 40 por ciento de su capacidad y el único sector que se salva es el petrolero con un 80%".
Lo Russo dijo que "el autopartismo es el que peor está porque las automotrices están paradas por falta de demanda y exceso de stock". "Las fábricas tienen en stock más de 250 mil unidades, a lo que hay que agregarle lo que hay en las concesionaria, que en total representa entre cuatro y seis meses de comercialización, que no se va a vender en un solo mes, por más que le descuentes cien mil pesos", destacó.
Agregó que "por lo que cuentan los fabricantes no están recibiendo una oleada de pedidos y la gente no va a invertir en un bien que se deprecia inmediatamente al salir del concesionario". "Este sector industrial no se va a reactivar por más que bajen el precio a los autos, si no se controla la inflación y el aumento de tarifas y alimentos y así no hay país que aguante", afirmó.
El directivo de CAMIMA cuestionó que "es increíble que se subsidie a las grandes empresas y a las automotrices extranjeras que importan autos, sin beneficiar a la cadena de valor, así que por más que se baje el precio de los autos no se va a reactivar el sector".
Agregó que el plan del gobierno "no tiene un gran impacto en la cadena de producción del sector autopartista, porque no hay demanda y el stock acumulado alcanza para cuatro o cinco meses más".
Lo Russo estimó que la situación "es peor que después de la crisis del 2001 y vamos a tener que esperar por lo menos de dos a tres años para volver a los niveles de venta del 2015, siempre y cuanto no aumenten los costos de producción".