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La industria santafesina frena su recuperación: cayó 7,4% en abril y crece la preocupación sectorial

El último informe de la Federación Industrial de Santa Fe reveló que, pese a una mejora interanual del 1,1%, la actividad manufacturera en la provincia registró una fuerte caída mensual desestacionalizada. La industria siderúrgica y la molienda de oleaginosas, entre los sectores más golpeados.

18 de junio de 2025


La industria de la provincia de Santa Fe mostró señales de desaceleración durante abril de 2025, según se desprende del informe mensual elaborado por la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE). A pesar de haber registrado un leve incremento interanual del 1,1%, la comparación mensual desestacionalizada arrojó una caída del 7,4%, lo que enciende alarmas en el sector productivo.

El panorama es aún más complejo si se considera que esa mejora interanual parte de un muy bajo nivel de actividad registrado en abril de 2024, cuando la producción manufacturera había caído un 11%. De esta forma, la recuperación acumulada del primer cuatrimestre de 2025, que alcanzó el 9,3%, todavía no logra compensar las pérdidas sufridas el año anterior.

En términos sectoriales, las mayores contribuciones positivas provinieron de la maquinaria agropecuaria (+31,2%) y del rubro muebles y colchones (+62,2%). También mostraron buen desempeño las carrocerías y remolques (+32,1%), y las manufacturas de plástico (+12,2%).

Por el contrario, los sectores con mayor impacto negativo fueron la industria siderúrgica, que se desplomó un 33,8%, y la molienda de oleaginosas, con una caída del 14%. La demanda de energía eléctrica industrial, uno de los indicadores indirectos de actividad, también se redujo un 15,9% interanual, alcanzando su valor más bajo en años.

La pérdida de dinamismo no solo se refleja en la producción. En marzo, último dato disponible, el empleo asalariado industrial en el Gran Rosario cayó un 0,8% y un 1,5% en el Gran Santa Fe. A nivel nacional, la industria manufacturera perdió 20.000 puestos registrados en un año, con caídas más pronunciadas en rubros como textiles, calzado, automotriz y metalmecánico.

El documento también advierte sobre el creciente deterioro de la competitividad industrial frente al avance de las importaciones. En abril, las compras externas de bienes de consumo aumentaron más del 77%, mientras que las importaciones de productos industriales treparon un 41,9%, muy por encima del crecimiento de las exportaciones. La balanza comercial del sector automotriz, por ejemplo, arrojó un déficit de 796 millones de dólares.

Desde FISFE remarcan que el 67% de las ramas industriales evaluadas mostró mejoras interanuales, aunque estas deben tomarse con cautela por el efecto estadístico del bajo punto de comparación. A su vez, persisten obstáculos estructurales como la caída de la obra pública nacional, que golpea de lleno a sectores como la siderurgia y la construcción.

Así, el informe de mayo evidencia una industria que, si bien se esfuerza por recuperarse tras la recesión de 2024, enfrenta dificultades para sostener el crecimiento en un contexto de incertidumbre económica, apertura comercial y caída de la demanda interna.