El panorama industrial de Santa Fe volvió a mostrar señales de alarma. De acuerdo al Informe de Actualidad Industrial Nº 151 de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), en julio de 2025 la actividad fabril provincial cayó 5,2% interanual, lo que interrumpió la incipiente recuperación que se había iniciado en la segunda mitad del año pasado.
En términos mensuales, el indicador desestacionalizado también reflejó una baja del 3,3% respecto de junio, confirmando que la tendencia hacia el crecimiento aún no logra consolidarse. A pesar de que en el acumulado enero-julio la producción manufacturera exhibe un incremento del 5,3% frente a 2024, el actual nivel se ubica un 10,2% por debajo de 2022 y 3,9% por debajo de 2023.
El informe señala que el 58% de las ramas industriales relevadas mostraron caídas en comparación con el mismo mes del año anterior. Entre los sectores de mayor incidencia negativa se destacan la molienda de oleaginosas (-14,5%), los vehículos automotores (-38,7%), las autopartes (-10,5%) y la maquinaria agropecuaria (-7,1%).
En contraposición, algunos rubros exhibieron desempeños positivos, como carrocerías y remolques (+35,3%), muebles y colchones (+25,1%), la industria siderúrgica (+8,3%), y las manufacturas de plástico (+5,7%).
El informe también refleja que las exportaciones de manufacturas de origen industrial de la provincia se redujeron un 16,3% en volumen en el período enero-julio, mientras que la demanda de energía eléctrica industrial, a pesar de mostrar en julio una suba del 3,1% interanual, se mantiene en niveles históricamente bajos.
Desde Fisfe advierten que persisten factores de debilidad estructural: altos costos financieros, menor demanda interna y el impacto de importaciones crecientes que afectan la competitividad local. En este contexto, la industria santafesina enfrenta un escenario complejo, con un mercado externo poco dinámico y un nivel de producción que aún no logra recuperar los valores previos a la crisis.

