La Municipalidad puso en funcionamiento la planta de Aparatos Eléctricos y Electrónicos en desuso (AEES), ubicada en el Complejo Ambiental de Santa Fe. En el lugar se recepcionarán todos los elementos encuadrados en la categoría de AEES, que los vecinos y las vecinas de la ciudad tengan en sus hogares y decidan entregar.
Como condición, es necesario que sean aparatos completos y no piezas sueltas o dañadas. Según se explicó, se trata de elementos eléctricos y electrónicos en desuso, es decir, que no se utilizan pero están enteros, por lo que no se consideran residuos.
La apertura del espacio es parte de las políticas locales enmarcadas en la Agenda 2020 para el Desarrollo Sostenible y complementa la campaña “Separá para reciclar”, que el municipio lleva adelante. La recolección de los AEES será en un distrito por mes, en el horario de 9 a 12 horas.
En el lugar trabajarán integrantes de la asociación que actualmente opera la Planta de Clasificación de Residuos Sólidos Urbanos de la Ciudad y que fueron capacitados por el municipio para el desarme y la clasificación de electrónica. Además, se desempeñarán técnicos profesionales y personal municipal que realizarán una primera evaluación de cada uno de los aparatos recibidos. En todos los casos, contarán con el equipamiento y las herramientas necesarias para llevar adelante las operaciones y el mantenimiento.
A partir de los avances tecnológicos y la obsolescencia de la electrónica, los reemplazos se producen en un corto período de tiempo. Allí surge la problemática de qué hacer con estos equipos, considerando que una inadecuada gestión conlleva riesgos para el ambiente y las personas. De este modo, la planta brindará una solución integral y sostenible a los elementos tecnológicos en desuso, permitiendo tratar los mismos, al tiempo que se genera empleo verde.
El secretario de Ambiente del municipio, Edgardo Seguro, contó que “esta iniciativa es para dar respuesta a un reclamo que tenían los vecinos sobre cómo darle tratamiento a estos elementos en desuso”, y al mismo tiempo manifestó: “Ahora los vecinos van a tener un día al mes para descartar ese aparato que no utilizan y así darle el destino final. La provincia tiene muy pocas plantas de este tipo, hay una en Rosario y en el área metropolitana es la primera”, destacó Seguro.
Más adelante, el funcionario detalló que “según los últimos informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un 60% de los aparatos eléctricos y electrónicos que fueron vendidos en todo el mundo se encuentra guardado y en desuso”, por lo que consideró como imprescindible “darle un destino a esos elementos, que no sea el relleno sanitario o el envío a la planta de residuos peligrosos”.
Se estima que se generan unos 7 kilos de estos residuos por persona al año lo que arroja unas 3.000 toneladas al año sobre los 420 mil habitantes que tiene la ciudad de Santa Fe. Seguro aclaró que el municipio va a trabajar sobre los AEES de uso domiciliarios no los de empresas, los cuales necesitan otro método de tratamiento.
Para cumplir con esta tarea, personal municipal se está capacitando de la mano de un ingeniero en informática para acompañarlos en el desensamble seguro de los equipos y a su vez trabajadores de la Asociación Dignidad y Vida Sana que se sumaron a esta labor, quienes recibieron la capacitación, el equipamiento y las herramientas necesarias para llevar a cabo la operación y mantenimiento de la planta.
El proceso
La planta AEES cuenta con un marco normativo establecido en las leyes nacionales 24.051 y 23.922. Además existen las leyes provinciales 11.717 de Ambiente y Desarrollo Sustentable y 13.940 de RAEES, así como las Ordenanzas Municipales N° 12.738 y 12.739 sancionadas en el año 2020.
Una vez que el municipio traslada lo recaudado a la planta, los técnicos realizan una primera revisión para determinar la condición del aparato. Así pueden establecer el pase a desensamble, donde se separan las piezas a reciclar de aquellas que se consideran residuos peligrosos o las que se trasladarán al relleno sanitario simplemente porque no tienen utilidad.
Cabe mencionar que, en promedio, dentro de los aparatos hay sólo un 2% de constituyentes peligrosos, los cuales separados adecuadamente pueden enviarse para su tratamiento a una planta especial, mientras el resto puede reutilizarse: algunas piezas se destinarán a la reparación, tal es el caso de los contactores, las plaquetas, las memorias, entre otras; mientras los metales y ciertos plásticos serán reciclados.
En cuanto a los aparatos que tienen reparación, para una próxima etapa, está previsto que la planta pueda completar ese paso, incluso introduciendo aquello que aún sirve en el circuito de la economía social. Hasta tanto esto pueda lograrse, se reservará en stock todo lo que sea reparable.
En lo que hace al desensamble, se desarmará cada artefacto con el objeto de recuperar algunas piezas que irán a los circuitos de plásticos o metales. Una vez tratados, estos elementos se venden en el mercado, tal como se hace desde hace tiempo en el Complejo Ambiental Santa Fe, donde se enfardan y comercializan.
Cabe aclarar que el proceso propuesto permite disponer adecuadamente los residuos peligrosos en tanto se promueve el reciclado de las partes utilizables que no representan un riesgo ambiental. Se estima que la planta procesará unos 82.500 kilos anuales, en su primera etapa, lo que representa un 10% de los que los ciudadanos santafesinos descartan, y la intención es llegar, por lo menos, al 30%. “La ciudad está dando un paso importante en este proceso de recuperación de estos materiales que hasta ahora no tenían un destino final adecuado”, destacó Seguro.
La planta recibe:
– Sistemas informáticos personales: monitores, pantallas y aparatos con pantallas de superficie superior a los 100 cm2
– Pequeños electrodomésticos: planchas, secadores de cabello, pequeños ventiladores, etc.
– Aparatos de informática y de telecomunicaciones pequeños, con dimensiones exteriores que no superen los 50 cm.: computadoras personales incluyendo unidad central, mouse, pantalla, teclado, impresoras, copiadoras y teléfonos celulares
En tanto, no acepta:
– Tóner y cartuchos de tinta
– Pilas y baterías que no estén incluidos dentro de un AEES
– Grandes equipos refrigeradores: heladeras, congeladores, freezers y otros aparatos utilizados para la refrigeración, conservación y almacenamiento de alimentos
– Aparatos de alumbrado: lámparas incandescentes, lámparas bajo consumo, tubos fluorescentes, grandes luminarias, etc.
– Monitores y televisores incompletos, es decir, con faltantes de componentes y/o carcasas abiertas
– Tubos de vidrios: tubos de rayos catódicos o TRC rotos o partidos
Vale mencionar que la planta funcionará de lunes a sábados y a demanda, es decir que tendrá más procesamiento cuando haya más material. De todas maneras, el horario habitual será de 8 a 14.