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La paradoja de la IA: por qué la tecnología podría impulsar un renacer del Jazz

Ante el avance de plataformas que generan canciones en segundos, un nuevo análisis sugiere que la complejidad y la “imperfección” humana del jazz lo convertirán en un refugio de autenticidad para las audiencias.

29 de diciembre de 2025


La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en la industria musical generó alertas en todo el mundo. Aplicaciones capaces de crear melodías pegadizas y producciones profesionales amenazan con reemplazar a compositores de jingles y músicos de sesión. Sin embargo, en este escenario dominado por algoritmos, el jazz podría encontrar una oportunidad única para volver a brillar.

Según un análisis reciente publicado por medios internacionales, la clave reside en lo que la IA no puede hacer bien: replicar la emoción, la improvisación en tiempo real y la complejidad armónica que definen al género.

El límite de los algoritmos

Herramientas de IA generativa, como Suno, demostraron ser eficientes para imitar patrones predecibles del pop o el rock, donde las estructuras de estrofa y estribillo son constantes. Sin embargo, el jazz desafía estos moldes.

El género se caracteriza por su innovación armónica y la ruptura de formas tradicionales, como lo hicieron leyendas como Miles Davis o John Coltrane. Las pruebas realizadas con IA para crear piezas de jazz complejas resultaron en melodías “educadas” pero carentes de novedad y profundidad emocional, demostrando que la destreza técnica no reemplaza al arte.

El valor de lo humano

La teoría plantea que, a medida que la música generada por máquinas inunde el mercado, las audiencias valorarán más el “modelo del jazz”: la interpretación en vivo, verificablemente humana e imperfecta.

La experiencia de ver a un músico sudar en el escenario, improvisar un solo de trompeta o deslizar los dedos por el contrabajo se volverá un bien preciado. En un futuro saturado de contenidos sintéticos, la validación del esfuerzo humano será fundamental, y el jazz es el género que mejor expone esa vulnerabilidad y maestría en tiempo real.

Un nuevo estándar de autenticidad

Expertos sugieren que esta tendencia obligará a los artistas a mostrar sus procesos creativos para autenticar sus obras, diferenciando el “contenido” (repetible y pulido por máquinas) del “arte” (vanguardista y arriesgado).

Así, lejos de desaparecer, el jazz podría posicionarse nuevamente como garantía de calidad y humanidad, atrayendo a nuevas generaciones que busquen experiencias reales en un mundo cada vez más artificial.