Tras el pedido de los dueños de salones de fiesta, la provincia resolvió flexibilizar las restricciones que aún tiene la actividad y extender el aforo, los días y el horario de funcionamiento. La resolución del Ministerio de Gestión Pública estaba al cierre de esta edición a la firma del titular de la cartera Marcos Corach y restaban conocerse detalles sobre el porcentaje de ocupación al que podrán trabajar, el límite de cierre y los días en los que se permitirá la actividad bailable. En la ciudad y sus alrededores, la decisión afecta a unos 100 salones que tienen muchos problemas para cumplir con unos 5 mil contratos atrasados que tomaron durante el año pasado.
Hasta el momento, los locales funcionaban con un aforo del 50 por ciento, baile restringido a los fines de semana y horario de 20 a 1 de lunes a jueves, y hasta las 3 los viernes, sábados y vísperas de feriado. En tanto, según la norma que los regía (resolución 495), debían solicitar carnet de vacunación a los asistentes para comprobar que tengan colocada al menos una dosis aplicada con una antelación mínima de 14 días corridos. Pero los comerciantes consideran que, con un número de casos diarios incipiente , ya están dadas las condiciones sanitarias para trabajar a pleno.
Los titulares habían hecho el reclamo la semana pasada en una reunión con el secretario de Comercio Interior, Juan Marcos Aviano, ante la imposibilidad de cumplir con todos los compromisos reprogramados y los nuevos si seguían funcionando bajo el antiguo esquema, y con la certeza de que el panorama de contagios ya permite el despliegue de mayores libertades. Allí se expusieron y fueron acordadas las flexibilizaciones planteadas por el sector, y el gobierno se tomó algunos días para definir qué servicios podrían prestar de ahora en adelante, en un nuevo panorama sanitario mucho más benigno.
El argumento de los titulares de salones de fiesta era que, tras 18 meses sin que pudieran funcionar con normalidad, y con canchas de fútbol abiertas y espectáculos masivos por todas partes, no tenía sentido seguir restringiendo la actividad, que ya viene con un cronograma atrasado por fiestas suspendidas desde marzo del año pasado, a lo que se suman las graduaciones de las secundarias y eventos empresariales de fin de año, que en su mayoría se realizan entre semana y marcan la temporada alta del rubro, que luego vuelve a cierta normalidad en enero.
Cronograma ajustado
Antes de retomar su funcionamiento, el sector venía con un atraso de 7 mil contratos pendientes, de los cuales ya se hicieron 2 mil contando también cumpleaños de 15 y casamientos. En el caso de los egresados, además, se juntaron todas las celebraciones de 2020 y 2021 en este último tramo del año. Pero hasta la actualidad, solo estaban trabajando dos días por semana, y solo quedan seis fines de semana entre noviembre y diciembre, ya que Noche Buena y Fin de Año caen viernes y sábado, lo que provoca un serio problema de agenda.
Fuente: La Capital
