La actividad económica provincial se agudizó con una amplia difusión sectorial y una contracción interanual de -7,4%. En esta línea el índice coincidente registra una caída mensual del 1,2%, y un acumulado de -5,2% durante los primeros cuatro meses del año.
Al igual que en marzo, en abril sólo tres series presentaron variaciones levemente positivas; mientras que las restantes continuaron en baja. La agudización de la caída se observa con mayor claridad en la comparación interanual, donde también se listan sólo tres indicadores con mejoras relativas.
En este sentido, el Índice de Difusión del ICASFe, que indica el porcentaje ponderado de series que contribuyen positivamente, se ubicó por debajo del 10,0% en las mediciones de febrero, marzo y abril. Esta situación no se registraba desde la recesión 2000-2002.
En este sentido, la nueva dinámica económica producto del aislamiento social, preventivo y obligatorio ha dado por finalizado un largo período de estancamiento en la actividad económica registrado desde octubre de 2011. Lamentablemente el quiebre se ha dado hacia abajo, con una recesión más larga y profunda que las registradas en las fases de los últimos años.
A partir de mayo, con la apertura de más sectores, podría moderarse levemente el ritmo contractivo, aunque
manteniendo una gran disparidad entre sectores. Con los datos disponibles a la fecha aún resulta difícil conocer a
ciencia cierta el efecto neto que dejará el COVID-19 en una economía que ya estaba atravesando serias dificultades
antes del aislamiento.
