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La sífilis alcanza cifras récord en el país y alerta al sistema sanitario argentino

El último Boletín Epidemiológico Nacional reveló que los casos de sífilis superaron todos los registros previos, con 36.917 diagnósticos en 2024 y más de 36.700 notificaciones en las primeras 44 semanas de 2025. Las autoridades advierten un crecimiento sostenido en todas las regiones y mayor impacto entre jóvenes.

19 de noviembre de 2025


El sistema de salud argentino enfrenta un escenario preocupante tras la publicación del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), que confirmó cifras récord de sífilis en el país. Durante 2024 se notificaron 36.917 diagnósticos, el número más alto desde que existen registros oficiales. La tendencia se mantuvo en 2025, con 36.702 casos reportados solo entre enero y la semana 44, lo que anticipa un nuevo máximo anual.

El incremento representa un crecimiento del 38,5% respecto de 2022 y un aumento del 65,8% desde 2019. La curva ascendente se sostiene desde 2011, con un fuerte salto entre 2015 y 2019, una caída temporal durante la pandemia y una reactivación marcada a partir de 2022. En 2023 el país superó por primera vez los 30.000 casos anuales y desde entonces la tendencia no se detuvo.

El perfil epidemiológico muestra que el 76% de los contagios registrados en 2025 corresponde a personas de entre 15 y 39 años, con especial incidencia en los grupos de 20 a 24 y 25 a 29 años. En esos segmentos, las mujeres presentan tasas notablemente más altas que los varones. A partir de los 35 años, la incidencia disminuye, aunque entre adultos mayores se invierte la relación y los hombres vuelven a superar a las mujeres.

El aumento afecta a todas las regiones del país, aunque con fuerte concentración en el Centro, que acumuló el 61,3% de los casos de 2024 y registró las tasas más elevadas, con Córdoba a la cabeza. El Sur también mostró incrementos importantes, especialmente en Neuquén, Tierra del Fuego y La Pampa. Cuyo, NEA y NOA mantienen tendencias en alza sostenida.

El BEN identifica múltiples factores detrás del crecimiento: alta transmisibilidad en fases tempranas, falta de prevención, acceso desigual a métodos diagnósticos, demoras en tratamiento y mayor capacidad de detección por parte del sistema de vigilancia. Además, la recurrencia preocupa: un relevamiento en Buenos Aires y Rosario mostró que el 28% de los casos en varones eran reinfecciones.

Las consecuencias clínicas pueden ser graves si la infección no se detecta a tiempo. Sin tratamiento, la sífilis puede avanzar a etapas que afectan el sistema nervioso, el corazón y otros órganos, y es una de las principales causas prevenibles de complicaciones en el embarazo.

Frente al avance, el Ministerio de Salud reforzó acciones de prevención, distribución de pruebas rápidas y penicilina, actualización de protocolos y capacitación en el primer nivel de atención. A esto se suman acuerdos con organizaciones civiles como AHF Argentina y Fundación Huésped para fortalecer campañas comunitarias, mejorar el acceso al diagnóstico y acompañar a los sectores más vulnerables.

Especialistas insisten en la necesidad de testeo regular, educación sexual, uso de preservativo y acceso rápido a métodos diagnósticos. Subrayan que la sífilis no otorga inmunidad y que la detección precoz sigue siendo clave para detener la transmisión.

La magnitud del aumento plantea un desafío sanitario urgente: combinar políticas públicas activas con hábitos preventivos que permitan frenar una tendencia que ya se considera epidemia en expansión.