Uno llegó desde Patronato, siendo referente en la mitad de la cancha en el equipo de Sciacqua.. El otro era el gran deseo de Madelón y vino para empezar a pagar con goles. Gabriel Carabajal , el 10, y Walter Bou, el 9. Una dupla que en el partido ante Defensa tuvo sus primeras pinceladas.
Esto demuestra que Unión se reforzó bien, porque en los dos primeros encuentros de la Superliga, los nuevos jugadores mostraron lo suyo. En el caso de Bou, desde el primer momento se lo vio con la convicción de marcar un gol. Tiene el arco dibujado en la frente. Recibe la pelota y su única meta es buscar los tres palos. Ayer cumplió y marcó un tanto.
Por su parte, Carabajal es el típico 10 de antes, con las reglas del fútbol de hoy. Juega, pero también tiene ese ida y vuelta para hacer el carril. Un jugador iniciador de juego, donde también el equipo puede "descansar" para darle la pelota en momento difíciles. Le gusta el "firulete" y levanta la tribuna con aplausos.
Ayer, ambos jugadores, compartieron equipo por primera vez. El delantero le indicó el pase en varias oportunidades haciendo la diagonal y el volante lo asistió. Hubo bastante entendimiento, considerando que eran los primeros minutos de Bou con la camiseta de Unión y Carabajal recién jugaba su segundo partido en el Tate.
Fueron las figuras salientes en la formación de Madelón. Hay un 10 c0n clase y un 9 que sólo piensa en hacer goles. Una fórmula perfecta que termina en la ilusión del hincha tatengue.
