Los ministros de Defensa de la Unión Europea (UE) y de Ucrania abrieron un debate en Suecia para definir el uso de una nueva partida de recursos para enviar armas a Kiev y establecieron la necesidad de incentivar la industria bélica europea.
La reunión en Estocolmo se celebra en un momento en que las reservas de armamentos de la UE se encuentran casi agotadas y Ucrania presiona por nuevos envíos ante la escasez de municiones y obuses.
Al llegar a la reunión, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, reclamó "municiones, municiones y más municiones", informó la agencia de noticias AFP.
La primera parte del plan que discutían los ministros de Defensa europeos establece el uso de 1.000 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz para que los Estados de la UE que envíen armas a Kiev se compensen con ese dinero.
La segunda apunta a unir las demandas de la UE y Ucrania para realizar pedidos conjuntos que incentiven a las empresas que fabrican municiones a aumentar su producción.
En el primer caso, el problema es que no está claro cuantos proyectiles de sus reservas puedan separar los países europeos sin quedar vulnerables.
Preguntado por el riesgo que implicaría vaciar los depósitos de municiones de la UE, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, aseguró que no tendrá consecuencias para la seguridad comunitaria.
"Los países europeos, afortunadamente, no están en guerra, y por eso pueden esperar (la producción de nuevas municiones). No veo peligro aquí. ¿Por qué es peligroso?", preguntó el jefe de la diplomacia de la UE, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
Algunos países señalan que el dinero para cubrir las necesidades de Ucrania podría provenir de otra partida de 1.000 euros del Fondo Europeo para la Paz.
Para Reznikov, eso "no es suficiente". Ucrania necesita "un millón de proyectiles, y aproximadamente deberían ser 4.000 millones de euros", agregó el ministro, en línea con la propuesta de Estonia de usar esa suma para comprar un millón de proyectiles y, además, comprometer más fondos.
Reznikov calculó que su país necesita 100.000 rondas de munición de artillería por mes para poder repeler a las fuerzas rusas en territorio ucraniano y llevar a cabo una contraofensiva esta primavera boreal.
El ministro de Defensa estonio, Hanno Pevkur, pidió a sus socios europeos "más ambición" y "consenso político" para obtener nuevos fondos cuanto antes para impulsar este plan.
"No podemos darnos el lujo de decirle a Ucrania que no le vamos a dar un millón de rondas. Una vez esté el consenso político, luego es el turno de Borrell y la Comisión (Europea) de encontrar la mejor solución", afirmó.
En este sentido, instó a la UE a no "enredarse en temas burocráticos" y a poner el foco en la cantidad de munición movilizada y no tanto en el dinero que costará.
En este escenario, los países estudian la mejor forma de usar los recursos.
También hay un debate sobre la compra de municiones fuera del bloque, ya que varios países argumentan que la prioridad debería ser ayudar a la industria europea, la cual ha ido en caída desde el fin de la Guerra Fría a la par que lo ha hecho la inversión en el sector.
"Definitivamente, debemos asegurarnos de que podemos aumentar drásticamente nuestra capacidad para producir más en Europa", aseveró el comisario de Mercado Interior de la UE, Thierry Breton, a la vez que consideró que se debe avanzar hacia una "economía de guerra".
No obstante, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que los llamados para poner en pie una economía de guerra en Europa fueron demasiado lejos.
"Sería una señal fatal" porque significaría que "subordinamos todo a la producción de armas y municiones. (...) Nosotros, la Unión Europea y Alemania, no estamos en guerra", expresó.
Fuente: Telam