La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner declaró como testigo ante la jueza María Eugenia Capuchetti en la investigación por el atentado ocurrido el jueves por la noche contra su vida, en tanto pericias determinaron que el arma usada por el hasta ahora único imputado en la causa estaba "apta para el disparo".
La Vicepresidenta declaró como testigo durante casi 50 minutos en su departamento del barrio porteño de Recoleta, hacia el cual a media mañana se trasladaron desde los tribunales federales de Comodoro Py 2002 la jueza Capuchetti y el fiscal Carlos Rìvolo.
Según informaron a Télam fuentes judiciales, la Vicepresidenta se mostró "entera" y predispuesta a declarar sobre lo ocurrido, en el trámite en su casa.
La decisión de dirigirse hacia el departamento de la Vicepresidenta se tomó a media mañana luego que desde el jueves por la noche y durante toda la mañana al menos 30 testigos pasaron por el tercer piso de Comodoro Py 2002 para declarar en el juzgado de Capuchetti, entre ellos manifestantes que estaban en el lugar, policías federales y custodios de Cristina Kirchner.
El ataque se investiga como "homicidio calificado en grado de tentativa", hasta ahora sólo está imputado el agresor pero "se investigan todas las hipótesis" y las circunstancias en que ocurrieron los hechos, ya que se cuenta con todas las filmaciones de la zona, precisaron las fuentes.
Los pasos de la jueza y los fiscales
Capuchetti trabajó desde el jueves por la noche: primero junto al fiscal Eduardo Taiano y luego con Carlos Rìvolo en tanto la Cámara Federal de Casación envió un oficio al ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, para pedir un refuerzo de la seguridad en el edificio.
Capuchetti, Taiano y Rívolo hicieron a primera hora del viernes una inspección ocular en el lugar de los hechos, luego volvieron a Comodoro Py y varias horas después Capuchetti y Rivolo tomaron la decisión de que la Vicepresidenta declare en su casa y hacia allí se dirigieron.
Según los informes recibidos en la causa, el arma usada por Fernando André Sabaj Montiel, hasta ahora el único imputado y detenido en el caso, era una Bersa de uso civil calibre 32 "apta para disparar", explicaron fuentes del caso.
En un principio se evaluaba trasladar para su declaración indagatoria al acusado a los tribunales durante la jornada pero fuentes de la causa explicaron que el trámite podría postergarse para el fin de semana, porque se aguarda la llegada al juzgado de todas las pruebas ordenadas.
Por el momento, se cuenta con el examen médico legista que ubicó al ciudadano brasileño "ubicado en tiempo y espacio", pero seguirá detenido en la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal hasta que se resuelva dónde y cuándo se lo indaga.
En la sede del juzgado se realizó por parte de peritos de la Policía Federal la apertura y extracción de datos del teléfono celular del agresor y ahora esa información deberá ser analizada, incluìdas sus redes sociales, y se dio intervención a una unidad fiscal especializada en Delitos Informáticos a cargo del fiscal Horacio Azzolin.
Además se ordenaron dos allanamientos, uno de ellos a un monoambiente que alquilaba en el partido bonaerense de San Martín donde se encontró un centenar de municiones.
Con las cámaras de seguridad en la zona del departamento de la Vicepresidenta se dispuso un "seguimiento y reconstrucción" del recorrido que hizo el acusado hasta que logró llegar a la Vicepresidenta, que regresaba a su domicilio.
La declaración de los testigos
Los testigos declararon durante la madrugada y hasta primera hora de la mañana y, en muchos casos, fueron trasladados a Comodoro Py 2002 desde el lugar de los hechos, en tanto también se tomaba declaración a custodios de la Vicepresidenta y efectivos de Policía Federal.
El acusado, identificado como Fernando André Sabaj Montiel, fue sometido ya al examen médico legista que determinó que, en principio, estaría en condiciones de ser indagado patrocinado por un defensor oficial, Juan Martin Hermida, quien a primera hora de la mañana lo entrevistó en su lugar de detención.
Uno de los testigos del hecho -llamado Javier- declaró que el hombre detenido -Fernando André Sabag Montiel, un ciudadano brasileño de 35 años- llegó a "gatillar dos veces" a escasos centímetros de la cabeza de la Vicepresidenta.
En declaraciones a la prensa en Tribunales luego de declarar en el juzgado, el testigo contó que “estaba formando parte del cordón” de militantes.
“Cristina viene hacia a mí, me acaricia y por la altura de arriba de mi hombro, veo que se asoma un brazo con un arma. Veo la figura del arma, pero no logro ver qué arma era. Retrocede y ahí yo me doy vuelta y lo agarro”, relató.
Al ser consulado sobre si el detenido le dijo alguna frase a la Vicepresidenta, contestó: "No escuché nada. Pero sí se escuchó que gatilló. Para mí, gatilló dos veces".
Y luego relató: "No sé si Cristina se dio cuenta porque justo me doy vuelta porque veo el arma, giro hacia la derecha y lo agarro junto a otra gente. Varias personas se sumaron para agarrarlo porque en la vereda había varios. Lo agarramos y le decimos: ‘vos tenes un arma’ y él decía ‘no, no’; entonces lo tanteamos un poco y se le cayó el arma”.
“Apenas vemos que cae el arma, parte de los organizadores –del operativo militante de protección de la Vicepresidenta- se lo llevan mientras un hombre pisa el arma y la retiene allí”, explicó.
La situación del detenido
El detenido pasó la noche alojado en una dependencia de la Policía Federal ubicada en la calle Cavia 3350, del barrio porteño de Palermo.
La jueza ordenó esta madrugada allanamientos, cruces de llamados entre la línea telefónica del detenido y otros, además de la pericia sobre su teléfono.
Más testimonios
Un dirigente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que presenció el atentado afirmó que tras el ataque "muy poca gente se dio cuenta de que había un arma".
Se trata de José Testoni, secretario general de la CTA de Santa Fe, quien anoche pasó "por la casa de Cristina para apoyarla en la guerra judicial que afronta" y fue testigo del ataque.
"Yo estaba casi al final del cordón, a diez metros de donde pasó el hecho. Pasa (Cristina) al lado mío y me da la mano. Le dije 'soy de Santa Fe, vengo al encuentro de la CTA', a lo que ella me respondió: 'Ah, qué bueno, Santa Fe".
En declaraciones a radio Aire de Santa Fe, el dirigente gremial añadió que, "a los diez segundos, se armó un tumulto, y la verdad lo que se dijo en ese momento fue que se trataba de un infiltrado".
Testoni dijo que luego del atentado "la gente seguía en un clima festivo" y añadió que cree que "los custodios no sabían que tenían un arma cuando lo fueron a aislar, porque después lo entregaron a la policía, y ahí siguió todo de manera normal".
"Muy poca gente se dio cuenta de que había un arma en el lugar, si hubiera habido conciencia de eso, las cosas no hubieran seguido igual", continuó.