La Cámara Argentina del Libro reveló que las tiradas cayeron a la mitad y las ventas, hasta un 35 por ciento. Además, se perdieron un 20 por ciento del empleo en editoriales y cinco mil puestos en la industria de impresión.
Por primera vez en estos últimos tres años disminuyó la cantidad de títulos publicados; la baja de ejemplares de la primera tirada se redujo un 50 por ciento; el descenso en las ventas oscila entre un 25 a un 35 por ciento; 35 pequeñas librerías cerraron en todo el país, otras 30 librerías independientes cerraron sucursales, fueron absorbidas por cadenas o debieron reducir sus espacios; hay unas 80 librerías que están en crisis y con problemas en la cadena de pago.
Como si fuera poco la pérdida del empleo en la cadena de valor del libro arroja un 20 por ciento menos de empleo directo en el sector editorial, un 15 por ciento menos de empleo indirecto; en el sector librero la disminución del empleo indirecto alcanzó el 15 por ciento y en la industria gráfica el número de trabajos perdidos es demoledor: 5000 empleos menos.
Diana Segovia, gerenta de la CAL, se encargó de presentar el informe; hasta octubre de 2018 se publicaron 23.000 nuevos títulos, para fin de año probablemente la cifra alcance 27.500 ejemplares, una “pequeña” caída en la producción si se compara con 2017, 28.440, y con 2016, 27.912. Lo que se desplomó significativamente es la cantidad de ejemplares de la primera tirada. Hasta ahora hay registrado alrededor de 36 millones de ejemplares y la proyección para diciembre es de 42 millones. La cifra implica un 20 por ciento menos que el 2017, 51 millones, y un 45 por ciento menos que el 2016, 62 millones. “Estamos con la mitad del mercado de la producción de la primera tirada en relación al 2015”, resume Segovia. En cuanto a quiénes realizan las publicaciones, el SEC (Sector Editorial Comercial) producía entre el 35 y el 40 por ciento de las publicaciones, pero ahora está más chico, con un 32 por ciento y 7205 títulos. Lo que crece es la autoedición, que antes era del 11 por ciento y ahora está en un 15 por ciento. Dentro del SEC la cantidad de títulos publicados hasta octubre de 7.205 llegaría a 8.200 o 8.400 títulos en diciembre, cuando en 2017 se publicaron 9841 y en 2016, hace dos años, 9806.
“Las grandes empresas han bajado la producción de nuevos títulos”, confirma Segovia y agrega que en los ejemplares impresos el asunto se agudiza más: en 2016 se publicaron alrededor de 21 millones de ejemplares, en 2017 unos 19 millones y para 2018 el proyectado alcanzaría los 14 millones, con lo cual la caída es un 30 por ciento menos.
Gabriel Waldhuter, distribuidor, librero y editor, aclara una cuestión: “Como pequeño editor que soy, tengo el plan adelantado dos años, yo ya sé qué voy a publicar de acá a dos años. Este año no compré derechos, o sea que me imagino que el año que viene también se va a empezar a notar esta baja en los títulos publicados”.
En cuanto a las ventas, en un contexto cada vez más recesivo y de reducción abrupta del consumo interno, el descenso acumulado desde 2015 hasta hoy oscila entre un 25 a 35 por ciento menos de unidades vendidas. La caída promedio en 2015 fue del 5 por ciento, en 2016 del 10 por ciento, en 2017 un 8 por ciento y en lo que va del 2018 la caída promedio es del 12 por ciento. El empleo en la cadena de valor del libro en los dos últimos años tiene números negativos. En el sector editorial hay 20 por ciento menos de empleo directo y un 15 por ciento menos de empleo indirecto; en el ámbito librero, el empleo indirecto disminuyó un 15 por ciento y en la industria gráfica se perdieron más de 5.000 puestos de trabajo, según la cifra que difundió la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (Faiga).
Fuente: Página 12