Durante el desarrollo de una nueva edición del maratón “Gladys Erbetta” en Santo Tomé, se produjo la descompensación y posterior fallecimiento de uno de los participantes. El trágico hecho sucedió en el último tramo de la prueba cuando A.E., de 67 años, se desplomó mientras recorría los últimos metros.
El deportista fue asistido de inmediato por los equipos médicos presentes en el lugar y, una vez reanimado, fue trasladado al Hospital SAMCo local donde llegó sin signos vitales. Allí, los profesionales del nosocomio procedieron a realizar nuevas maniobras de reanimación pero sin lograr su recuperación.
Esto disparó una vez más la polémica en torno a los controles médicos. En diálogo con Par de Ases, Guillermo Lerman, médico cardiólogo y ex presidente de la Asociación de Cardiólogos de Santa Fe, expresó: "La prevención de la muerte súbita, que es lo que sucedió en este caso, es una tarea difícil pero posible. Con los chequeos precompetitivos, exámenes habituales sobretodo en pacientes con patologías que pueden prevenir estos desenlaces que son la punta del iceberg".
"Una vez desencadenado este evento, no hay mucho para hacer. Si se activa el protocolo con la asistencia del paro, pero hay que pensar en la previa y el seguimiento del paciente, en este caso en un hombre de edad que hay que evaluar qué controles tenía", agregó.
Sobre los controles, el profesional de la salud indicó que "hay que pensar si esos atletas, más allá de la eximición de la declaración jurada, si ellos tienen sus controles cardiológicos regulares, anuales, si se han hecho una toma de presión". "Hay que destacar que el sentirse bies es bastante relativo porque el ser humano es bastante negador. Conozco casos donde hacían maratones hasta que la molestia en el pecho aparecía, paraban un poco y seguían", opinó.
Y concluyó: "El deporte es sano, es una buena práctica pero aquellos que lo practican no hacen lo que corresponde".