En una jornada de comportamientos dispares para los activos argentinos, las acciones de empresas nacionales que operan en Wall Street finalizaron con caídas generalizadas, en sintonía con la tendencia negativa de los principales índices estadounidenses. Sin embargo, en el plano local, los bonos soberanos en dólares lograron revertir la tendencia y cerraron con una leve alza, poniendo un freno a tres días consecutivos de pérdidas.
El principal foco de atención estuvo puesto en la renta fija, donde los bonos Globales y Bonares registraron subas que promediaron el 1%. Esta mejora permitió que el riesgo país, el indicador elaborado por JP Morgan que mide la sobretasa que debería pagar Argentina para endeudarse, se mantuviera estable y finalizara la jornada cerca de los 1.100 puntos básicos, una zona que sigue representando un desafío para el financiamiento externo.
Por el lado de la renta variable, el escenario fue diferente. Los ADRs de compañías argentinas que cotizan en la bolsa de Nueva York experimentaron una jornada negativa, con bajas que en algunos casos llegaron a superar el 3%. Este desempeño estuvo influenciado por el clima de aversión al riesgo a nivel global, que impactó en los mercados de referencia como el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq.
Los analistas del mercado señalan que, si bien el rebote de los bonos es una señal positiva que demuestra cierto atractivo en los precios actuales, la cautela sigue imperando entre los inversores. La evolución de las variables macroeconómicas locales, junto con el complejo contexto internacional, serán determinantes para definir la tendencia de los activos argentinos en el corto y mediano plazo.


