Los principales líderes de la Banda de Los Monos afrontarán un juicio oral y público en los tribunales federales de Rosario por acumular un multimillonario acervo de bienes y dinero que se considera proveniente del comercio de drogas. En mano de los distintos acusados, la pesquisa de distintos organismos federales iniciada en 2015 detectó edificios, inmuebles rurales, viviendas, plazos fijos, compraventa de moneda extranjera y vehículos. Esa cantidad de activos, al momento del procesamiento en 2019, generó entonces embargos por la poco usual cifra de 51 millones de pesos.
La pesquisa fue iniciada a partir de la detección de "la posible existencia de bienes generados por una organización dedicada al tráfico de estupefacientes principalmente en la provincia de Santa Fe" de parte de distintos órganos de investigación. Procesados en esta estructura quedaron los integrantes del núcleo central de la familia: los hermanos Ariel "Guille" Cantero, Ramón "Monchi Cantero" Machuca, sus padres Máximo Ariel "Viejo" Cantero y Patricia Celestina Contreras, más Lorena Miryam Verdún, madre de los hijos del fallecido Claudio “Pájaro” Cantero. También fueron procesados Mariano Ruiz, condenado en juicio abreviado provincial como asesor comercial y financista de la banda, y su esposa Lorena Luna Schneider.
La investigación fue llevada adelante por los fiscales federales Mario Gambacorta (actualmente juez) y Adriana Saccone con el apoyo de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) cuyos abogados actuarán como querellantes en el juicio venidero. También participaron la Procuraduría de Lavado de Activos (Procelac) y la Procuraduría de Narcotráfico (Procunar).
Patrimonio
La novedad en el caso es que el juez federal Marcelo Bailaque, que procesó a las ocho personas por lavado de activos en 2019, notificó hoy de la clausura del trámite a juicio, cuya realización es un hecho. Solo resta que se remita el expediente al tribunal oral que tendrá el caso por sorteo, que se notifique a las partes la fecha de presentación de prueba y que se fije el inicio de las audiencias, las que no se descarta arranquen este mismo año.
Siguiendo la acusación de la fiscal Saccone y los planteos de la UIF, el juez federal Marcelo Bailaque les atribuyó a los acusados haber conformado un patrimonio originado actividades delictivas y sin justificación legal. La pesquisa fue iniciada a partir de la detección de "la posible existencia de bienes generados por una organización dedicada al tráfico de estupefacientes principalmente en la provincia de Santa Fe" de parte de distintos órganos de investigación.
El octavo de los implicados en lavado que va a juicio es Daniel “Chamala” Vázquez, una persona a la que se ligó históricamente a la familia de La Granada pero que nunca había tenido hasta esta investigación una causa judicial. Se lo señaló en pesquisas policiales como abastecedor de Los Monos y en esta investigación económica le detectaron 17 inmuebles rurales y urbanos.
Para los investigadores este grupo constituyó una asociación ilícita que efectuó un conjunto de operaciones tendientes a reciclar sus ganancias. Les imputan infracción al artículo 303 que reprime con prisión de tres a diez años a quien convirtiera, transfiriera, administrara, vendiera o pusiera en circulación en el mercado bienes provenientes de un ilícito penal. También se prevén multas de hasta diez veces el monto de la operación blanqueada.
Las posesiones
A Guille Cantero, que está preso en la cárcel de Ezeiza condenado por narcotráfico y delitos provinciales, le atribuyó haber utilizado su condición de jefe de Los Monos para inyectar en el mercado legal y en el sistema financiero formal activos de los ilícitos en los que intervino. Se le adjudica haber comprado a través de testaferros identificados en la resolución una embarcación llamada "Venenosa" y varios vehículos (un Audi A5, un BMW M3M Sport, una camioneta Chevrolet S10). Asimismo la causa elevada a juicio le endilga haber comprado dos inmuebles rurales con casas en Carlos Paz y un campo en la ciudad de Pérez.
A Máximo "Viejo" Cantero, condenado a seis años por asociación ilícita en el juicio provincial, se le carga el acopio de una Toyota Hilux y un Chevrolet Chevy a nombre de terceras personas. A Lorena Verdún, la fiscal y el juez le enrostraron haber cumplido el rol de testaferro, inscribiendo vehículos a su nombre (entre ellos un Chevrolet Vectra, un Peugeot 206 y tres motos). También un depósito de 120 mil pesos (31.300 dólares a la fecha de la pesquisa) del Banco Galicia sobre el que la entidad remitió un reporte de operación sospechosa.
Un capítulo destacado se refiere a Mariano Ruiz al que se considera haber cumplido el rol de "lavador de dinero de la familia, la provisión de armas de fuego y entablar contactos con la policía local a los fines de dar protección a la organización criminal". Detenido en un edificio del barrio de Recoleta donde estaba prófugo en mayo de 2013, a Ruiz se le detectaron movimientos de dinero e inversiones de gran envergadura. Le adjudican haber comprado ocho vehículos (entre ellos un Audi Q3, un Audi A4, un Audi A3 y un Peugeot 307) y le encontraron cinco cajas de ahorros y dos cuentas corrientes. Recientemente Ruiz, que ya cumplió su condena por juicio abreviado como integrante de Los Monos, se dedicó a la explotación de un bar en Pellegrini y España.
Movimientos de dinero
En un solo informe detallado del Banco HSBC, en 2010, Ruiz realizó movimientos de 2.040.498 pesos y compra de moneda extranjera por 1.355.979 pesos. "Esas operaciones no guardan relación con su perfil económico", indicó la resolución del procesamiento, que recuerda que Ruiz admitió sus delitos en este sentido al aceptar el juicio abreviado en la Justicia provincial en 2015.
La mujer de Ruiz, Lorena Luna Schneider, fue considerada compradora en su rol de testaferro de una decena de vehículos, entre ellos dos Toyota Hilux, un Audi Q3. En varias de las cuentas bancarias detectadas a su marido era cotitular. Pese a estar inscripta en la Afip en la actividad de venta al por mayor o en consignación de productos textiles no registró declaraciones juradas de ganancias que permitan justificar los bienes y el dinero bajo su control.
La madre de Guille y Pájaro, Celestina Contreras, fue acusada por tener a su nombre cuatro motocicletas y una casa en la calle Kantuta en Las Flores. A "Monchi" Machuca, por su parte, le achacan haber comprado 29 mil dólares en 2009 y una vivienda en calle Los Olmos en Funes. Asimismo ser dueño de tres vehículos, una moto Honda y el manejo de variadas cuentas en pesos y en dólares en los bancos Macro y HSBC. Pese a que figura inscripto en la actividad de venta de abonos y plaguicidas, por un lado, y como miembro de una sociedad que realizaba instalaciones de gas, agua y sanitarios, para el juez resultó insuficiente su perfil patrimonial para sostener las operaciones que realizó.
La gran novedad de la resolución es haber echado luz sobre un hombre que hizo un culto del perfil bajo, a partir de enfocar su asombroso patrimonio. Se trata de "Chamala" Vázquez, procesado por primera vez por delitos vinculados con narcocriminalidad en este caso.
Una parte de los bienes que de modo informal se le atribuyen a Chamala aparecen desplegados en un vasto listado de posesiones: son 17 inmuebles en su mayoría en Rosario (en las calles Gaboto, Colón, Presidente Quintana y Laprida). En un informe de la UIF) se hace constar que Vázquez (al que relacionan con el apodo de Teto, que es el que corresponde a su hermano Sergio) "sería dueño de siete taxis, dos camiones volcadores que trabajarían en la calle Colón al 3800, dos negocios en Presidente Quintana al 200, acciones de la estación de servicio de Ayacucho y Seguí, departamentos en alquiler en el centro de Rosario y un establecimiento, además de las propiedades que habita, dos casas de fin de semana y un establecimientos rural a pocos kilómetros de Rosario".
Ese establecimiento es un complejo de cabañas en el paraje La Carolina, sobre la ruta 18, denominado "La Estelita". Tal es el nombre de la madre de Chamala y Teto Vázquez, Estela S., quien estuvo investigada en esta misma causa pero recibió la falta de mérito.
La resolución que va a juicio reseña la relación de amistad entre Guille Cantero y los Vázquez. El magistrado deja constancia de que a los hermanos se los considera propietarios de torres construidas en Seguí y Maipú, Gaboto y Maipú. Asimismo queda referido que la Sonia G., esposa de Daniel Vázquez, es titular de tres licencias de taxi.
Fuente: La Capital