Todas las miradas de los trabajadores del transporte, los usuarios y los gobiernos provinciales y municipales estarán puestas en la reunión que mantendrán, este lunes a partir de las 14, el gremio del sector con la patronal Fatap y el gobierno nacional, donde debería surgir la oferta que desactive el paro de 72 horas anunciado a partir del martes con alcance en todo el interior.
El conflicto está atado de manera directa a las febriles discusiones entre el Gobierno nacional y las provincias en torno a la letra chica del Presupuesto nacional 2023 y, puntualmente, al reparto de subsidios al sector, que hoy beneficia ampliamente al AMBA (entre enero y julio el área metropolitana de Buenos Aires se quedó con 75,8% de la torta).
Los gobernadores vienen de conseguir un engrosamiento del monto de recursos para el año que viene en este rubro, que de esta manera se elevó de los originales $66.000 millones a un “piso” de $85.000 millones en el proyecto de presupuesto que el oficialismo nacional busca aprobar en la extensa sesión de mañana en la Cámara de Diputados.
Pero resta para los mandatarios la confirmación de un nuevo guiño nacional, con foco en este caso en lo que queda de 2022, para cosechar además unos $13.500 millones adicionales -que las provincias esperan vía decreto- y permitir así que las empresas hagan frente al pago a los choferes del interior de los aumentos salariales acordados.
Pero además hicieron foco en la discusión sobre los recursos de este año. “Pedimos $59.500 para 2022, que es un proyecto que tiene despacho favorable de la Comisión de Transporte de Diputados; y si no es eso, se está hablando de un decreto que habilite alguna cifra cercana”, afirmaron. Hoy por hoy el nivel de transferencias comprometida para este año es del orden de los $46 mil millones.
Según la información que barajaban ayer en varios distritos, el Gobierno nacional -vía el diputado nacional Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto- ya se habría comprometido a incrementar los envíos este año en unos $13.500 millones, pero no había aún confirmaciones oficiales.
La UTA viene de aplicar un paro de 48 horas de choferes del interior que se hizo sentir con fuerza el 12 y 13 de octubre pasado, salvo en un puñado de provincias donde se arribó a entendimientos locales.
Las negociaciones luego tampoco permitieron arribar a un acuerdo, y hoy todas las miradas estarán dirigidas a la sede laboral porteña de Callao, en el ministerio que conduce Raquel “Kelly” Olmos. “Esta vez el principal problema radica en los aportes provinciales”, disparan desde filas nacionales.
“No queremos encontrarnos en medio de una disputa entre la Nación y las provincias”, advierte mientras tanto la UTA, que conduce Roberto Fernández, con la mirada puesta en recibir un tratamiento salarial similar al de sus pares del AMBA.
En las últimas horas, Fernández se mostró optimista. “Creo que se puede llegar a un entendimiento y el lunes (por hoy) manifestar que se solucionó el tema del transporte para el interior; en ese camino estamos”, señaló el pasado viernes Fernández, en diálogo con Cadena 3 Rosario. E insistió en el reclamo de base: “El salario que estamos cobrando en Capital y el del interior tiene mucha diferencia, queremos que se regularice”.
Fuente: Veo Noticias/Ámbito