El presidente Mauricio Macri encabezó este sábado el acto central de conmemoración de los 25 años de la Reforma de la Constitución, que tuvo como anfitrión al intendente de la ciudad, José Corral y en el cual se distinguió los convencionales de 1994. La celebración se llevó a cabo en el Parque de la Constitución, donde se erige el Museo, inaugurado el año pasado, un espacio que homenajea a la Carta Magna, por ser la capital provincial sede tanto de la sanción original como de las sucesivas reformas. Participaron además de convencionales, legisladores nacionales y ministros del gabinete nacional.
En la ocasión el presidente dijo que la decisión de homenajear a la Constitución y a los convencionales se debió a que la Carta Magna “es la ley que nos transforma en una nación, es lo que nos constituye, es el acuerdo sobre el que los argentinos construimos nuestra sociedad”.
“En estos días difíciles, de angustia para tantos argentinos, sin duda alguien podría pensar que hablar de la Constitución es un capricho, un lujo para otro momento. Por el contrario: hoy más que nunca tenemos que hablar de la Constitución porque se trata antes que nada de valores: se trata de la unión, de la justicia, de la paz, de la libertad. Es el principio de un sueño común”, aseveró.
Ser nación
El presidente comentó que días atrás recibió el mensaje de un ciudadano que le dijo: “Somos millones los que queremos ser nación, millones los que queremos ser realmente ciudadanos y no meramente habitantes con derecho a voto. Millones los que seguimos creyendo que el trabajo es lo único que va a sacar a nuestras familias y a la nación adelante, millones los que queremos dar trabajo y ver a nuestros empleados crecer, a nuestros hijos progresar y soñar que nuestros nietos puedan encontrar otra historia, una mejor, una nueva historia como la que soñaron nuestros patriotas del Siglo XIX”.
Al respecto, Mauricio Macri señaló: “Déjenme decirles que aquellos patriotas de los que me habló este hombre no eran unos locos fuera de serie. Eran argentinos apasionados que creían en el potencial de nuestra tierra, que intuían que en nuestra gente estaba la capacidad para llegar bien lejos y por eso construyeron pueblos, caminos, escuelas en los lugares más alejados y recónditos de este inmenso país”.
“Por eso -añadió- crearon nuestra Constitución, que fue la base para la convivencia por años, hasta que llegó el momento de adaptarse a nuevos desafíos. Después de uno de los períodos más oscuros de nuestra historia hubo una generación valiente que en 1994 se animó a construir algo diferente. Esa reforma podemos decir que fue una apuesta a nuestra madurez, a la institucionalidad, al sistema electoral para que sea más representativo. Una apuesta y un reconocimiento a la diversidad, con avances en los tratados de derechos humanos, porque se introdujeron por primera vez a las mujeres, a los chicos, a los adolescentes y a los pueblos originarios”.
“A la humanidad le llevó muchos siglos encontrar mecanismos para reemplazar la violencia por acuerdos para convivir en paz. A los argentinos también nos costó mucho llegar a una Constitución que fuera verdaderamente de todos y que estuviera por encima de viejas divisiones y heridas”, describió.
Identidad y esencia
Para Mauricio Macri, los argentinos en estos 25 años “hemos aprendido y hemos crecido”. “En los últimos 25 años sufrimos crisis, algunas muy graves, pero nunca dudamos de la democracia que se convirtió en nuestra identidad y nuestra esencia. Por eso está en nosotros cuidarla porque la democracia es una forma de vivir”.
Para el presidente, el apego a la ley “es una forma de relacionarnos, de vincularnos unos con otros, de respetarnos. Y quienes gobernamos tenemos que ser los primeros en dar el ejemplo”. En esa línea de razonamiento cuestionó que “nuestro sistema político por momentos pareció estar más enfocado en beneficiar a los políticos que a quienes tienen que representar. Por eso siempre concebí el poder como una herramienta para servir a los verdaderos dueños de ese poder, a los que nos dan ese poder”.
“Hoy se respira libertad y hay transparencia, y sobre la mesa está la verdad, siempre la verdad, incomode a quien incomode. Hoy no hay abuso de poder porque entendemos que a mayor poder, más humildad. No hay imposición de ideas ni castigo a los que piensan distinto”, sostuvo.
Transformación
Para el presidente no hay mejor manera de defender la Constitución que acatándola. “Y cuando hablamos de acatarla, no es sólo reclamar la libertad de prensa, sino dar la cara cada vez que haga falta para que los periodistas pregunten lo que quieran, sin presiones, y responder todas las preguntas. Acatarla no es solo hablar de división de poderes, sino respetarla en la práctica sin nunca querer influir en las decisiones de los jueces o en las votaciones de los legisladores. Acatarla es aceptar que somos todos iguales ante la ley y no pretender tener privilegios injustos sobre los demás”.
“La Constitución está viva en la medida en que la respetemos, no como una guía, sino como una verdadera forma de vivir y de regir nuestra acción y para mantener una buena convivencia todos los días. Es la posibilidad de seguir transformando para siempre la Argentina”, finalizó el mandatario.