Sergio Massa y su equipo de Economía presentaron el nuevo proyecto para modificar el impuesto a las ganancias. El objetivo es que solo paguen ese tributo los ingresos mayores a quince Salarios Mínimos, Vitales y Móviles: el mínimo no imponible será de $1.770.000 millones mensuales.
Los cambios operarían vía decreto en una modalidad de "puente" entre los meses de octubre y diciembre de 2023 y se enviará un proyecto de Ley al Congreso para modificarlo a partir del ejercicio fiscal 2024.
El ministro de Economía estuvo en la Plaza de Mayo y anunció la decisión tributaria. Prometió hasta 21% de mejora en el ingreso de bolsillo a partir de la decisión, y pidió cuidar la economía: "Si tienen que ahorrar, compren un auto o algún bien producido en Argentina, no me vayan a comprar dólares", expresó Massa.
"El salario no es ganancia, el salario es remuneración", afirmó el funcionario y llamó a hacer "todo el esfuerzo posible para construir el 22 de octubre el triunfo de los trabajadores, de la Argentina y el peronismo".
La decisión del ministro de Economía generó rápidas reacciones en la política. Desde la oposición, uno de los primeros en manifestarse fue el diputado nacional Martín Tetaz, quien calificó a la medida como "una vergüenza y un acto de demagogia de un candidato desesperado". Hizo énfasis en la irresponsabilidad fiscal de la iniciativa señalando que "el Gobierno en déficit deja de recaudar $1.000.000.000.000 que ahora deberá emitir causando más inflación".
El diputado y jefe del bloque radical, Mario Negri, advirtió que "lo que propone Massa con el impuesto a las Ganancias es otra maniobra desesperada del oficialismo, un manotazo de ahogado. Avanzar en un proyecto de estas características, ahora, cuando faltan solo tres meses para que asuma el nuevo Gobierno, es inaudito. Solo genera más incertidumbre".
A su vez, Luciano Laspina, diputado nacional y miembro del equipo de economistas de Patricia Bullrich, calificó de "mamarracho electoralista" a la medida anunciada por Massa. "La baja del impuesto a las Ganancias se financiará con la suba del impuesto inflacionario. La medida es irresponsable, inequitativa y sumamente regresiva", enfatizó Laspina.
El secretario adjunto de la Central General de Trabajadores (CGT), Héctor Daer, defendió la medida y señaló que no es una medida "ni oportunista ni electoralista", sino que se trata de la corrección de "un tributo injusto". Aseguró que desde la CGT buscan "generar una modificación al mínimo no imponible, excluir alrededor de 900.000 compañeros y compañeras que pagan ganancias. Estamos hablando de la eliminación del piso, el nuevo monto se sabrá esta tarde. Sergio está elaborando una proyección final con su equipo".
Máximo Kirchner, diputado nacional, también valoró la iniciativa de Massa diciendo: "Es un poco de esperanza dentro de tanta fantasía".
Del mismo modo se pronunciaron algunos gobernadores peronistas. Sergio Uñac, mandatario de San Juan, celebró la medida asegurando que "esto representa un gran alivio para millones de trabajadores de Argentina que, a partir de octubre, quedarán exentos de pagar este tributo, recuperando así el poder adquisitivo de sus salarios", escribió en Twitter.
Asimismo, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, explicó que la iniciativa significa "un alivio fiscal, un derecho más conquistado para los trabajadores de nuestra República Argentina". Agregó que "políticas como estas son las necesitamos para seguir poniendo en valor el trabajo y el esfuerzo de argentinas y argentinos".
Fuente: El Economista
