Ayer se conoció el fallo de la Corte Suprema de Justicia respecto los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi donde se estableció que los magistrados continúen como camaristas pero de forma momentánea hasta se realice un concurso que exige mayorías especiales en el Consejo de la Magistratura y en el Senado.
La decisión es considerada como salomónica porque no define que los jueces regresen a los juzgados orales pero tampoco los confirma en el cargo de la Cámara de la justicia federal. El máximo tribunal aún debe definir la situación de Germán Castelli.
La abogada constitucionalista, Mariela Uberti, opinó sobre la situación y expresó que "en lo personal a mi me parece que el fallo, como varias de las sentencias que ha ido dictando en materia institucional o política esta composición de la Corte, es coherente con las otras decisiones que ha tomado. Por lo general el presidente vota de una manera y los otros cuatro ministros votan conforme en mayoría, esto quiere decir que los cuatro coinciden sobre la decisión que toman y la minoría es la de Rosenkrantz".
Y agregó que "en cuanto al fondo de la cuestión, lo que genera es una doble inseguridad, por un lado desde la perspectiva de las partes del proceso que en este caso eran los jueces, no por el caso de ellos tres sino porque hay cantidad importante de funcionarios judiciales federales que están en las mismas condiciones. Y en una mirada un poco más amplia también significa que hay una inestabilidad respecto de todos los funcionarios judiciales que se encuentran en esta situación".
En este sentido explicó que esta situación se enfrente a "una cláusula constitucional que establece que la garantía que tienen estos funcionario, que no son funcionarios electos de manera popular, duran en su cargo mientras dure su buena conducta o no lleguen a la edad que prescribe la Constitución para obtener los beneficios de la jubilación y eso se denomina la garantía de la estabilidad y la inamovilidad del funcionario judicial".