En agosto de 2019 el Tribunal Oral de Santa Fe condenó a prisión perpetua al coronel (R) Ramón Abel Recio, al también militar (R) Jorge Balla, y al suboficial principal (R) del Ejército Luis Alfredo Gómez, Oscar Cayetano Valdez; en tanto que el enfermero Raúl Giménez, los ex policías de Santa Fe Rubén Ángel Vázquez y a Luis Bellini, recibieron 15 años; y comisario principal (R) de la policía de Santa Fe Ricardo Amancio Brunel y el ex policía Rolando Martínez recibieron 12 años. Fueron hallados culpables de los "homicidios calificados por alevosía" de cuatro militantes montoneros: Jorge Piotti, Ileana Gómez, Osvaldo Ziccardi y Carlos Frigerio. La quinta víctima era una docente, Elina Carlen, quien vivía en el departamento de al lado y el veredicto reconoció -por primera vez en un proceso judicial en Santa Fe- como otra "víctima del terrorismo de estado".
Balla se encuentra gozando de prisión domiciliaria y sus propios vecinos denuncian que viola las condiciones del beneficio. La presentación es acompañada y apoyada por el Foro contra la Impunidad y por Justicia de Santa Fe.
"El genocida no solo violó reiteradamente las restricciones que le impone esa condición, sino que viene realizando acciones de intimidación y amenazas de muerte contra un matrimonio joven con una beba de seis meses que vive al lado de su casa. Su presencia en el vecindario representa un verdadero peligro para la comunidad, que la Justicia debería evitar, haciendo que regrese a la cárcel", expresa el organismo en un comunicado.
La masacre de Ituzaingó y Las Heras
El ataque de fuerzas conjuntas al departamento de Ituzaingó y Las Heras fue el emblema de la dictadura por la caída de la cúpula de Montoneros. En ese primer piso vivían los Piotti, Jorge que era el secretario político de la organización, su pareja Ileana Gómez y sus dos hijos, Mariano de un año y el bebé de un mes. Los niños sobrevivieron en "un armario", según el relato del mayor. Y allí cayeron el líder de la columna, Osvaldo Pascual Ziccardi, el secretario logístico, Carlos Frigerio. Y una vecina del departamento de al lado, Elina Carlen, cuando intentó cerrar un ventanal que daba a un patio interno y un proyectil le destrozó el cuello.
